Munguía Payés resta credibilidad a informe sobre las maras

Ministro descalifica estudio argumentando que está basado en datos ya desfasados

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En marzo de 2012, las pandillas MS-13 y 18 pactaron una tregua en la que se comprometieron a reducir los homicidios a cambio de mejoras en las condiciones carcelarias. Foto EDH / Archivo

Por Jorge Beltrán Luna Eugenia Velásquez Tomás Guevara sucesos@eldiariodehoy.com

2013-03-04 7:55:00

El ministro de Seguridad y Justicia, David Munguía Payés, calificó de “impreciso, especulativo y cargado de ciencia ficción” el informe publicado ayer por El Diario de Hoy sobre un estudio realizado por el investigador estadounidense Douglas Farah, quien señala que las pandillas salvadoreñas están aprendiendo náhuatl para crear un código indescifrable y que reciben entrenamiento tipo militar en el cerro Guazapa.

No obstante, el funcionario aceptó que ha conocido informes de que grupos reducidos de pandilleros en algún momento estaban estudiando esa lengua, “para tener una forma de comunicarse y no ser detectados”, pero que era una información que no se pudo comprobar a través de los servicios de inteligencia estatal.

Sobre la forma de cómo hizo la investigación Douglas Farah, investigador del International Assesment and Strategy Center (IASC), Munguía Payés dijo que el estadounidense vino al país hace unos 15 días, se entrevistó con algunas personas y que ahora había salido con ese estudio.

“Es cierto que nosotros detectamos en algún momento que algunos miembros de maras estaban estudiando náhuatl como para tener una forma de comunicarse y no ser detectados. Pero eso no es de todas las maras, es un grupito pequeño. Las maras tienen sus propios códigos y los están cambiando periódicamente”, afirmó el ministro.

Sobre las relaciones de pandilleros con miembros del cártel mexicano de Los Zetas, el funcionario también afirmó que hace unos tres años recibió un informe de inteligencia en el que decían que algunos miembros de pandillas habían ido a Guatemala a reunirse con Los Zetas.

“Nunca pudimos corroborar esa información, quedó a nivel de informe. Pero no nos sorprendería alguna relación entre miembros de maras y Los Zetas, y no solo Los Zetas sino de otros cárteles, pero eso no significa que Los Zetas se hayan establecido”, señaló el titular de Seguridad.

Sobre el aprovisionamiento de armamento sofisticado, Munguía Payés indicó que “es un ilícito más en el cual ellos (pandilleros) aprovechan el gran movimiento de armas que hay en Centroamérica”.

Al respecto, Douglas Farah, autor del referido informe y entrevistado por El Diario de Hoy sobre el mismo, dijo que prefería no entrar en confrontación con el ministro cuando se le hizo ver que el funcionario había calificado de irresponsable, impreciso y especulativo su estudio, que revela la evolución de las pandillas.

Farah hizo hincapié en que el estudio muestra lo complejo que es el fenómeno y la evolución de las pandillas criminales que operan en El Salvador.

Divergencias entre políticos por informe

Mientras tanto, los legisladores que integran la comisión de Seguridad Pública de la Asamblea también expresaron sus opiniones.

El diputado Antonio Almendáriz, del partido Concertación Nacional (CN), dijo que le pediría de inmediato un informe al ministro de Seguridad, David Munguía Payés, para que les explicara lo revelado en el informe, sobre el cual no quiso opinar hasta no conocer el detalle oficial.

El diputado por el FMLN, Orestes Ortez, al parecer no había leído la publicación y expresó que no tenía comentarios sobre la investigación de Douglas Farah. “Ni lo conozco”, se limitó a decir.

Entre tanto, el diputado por ARENA, Ernesto Angulo, no descartó que las maras estén tratando de utilizar otra lengua para blindar sus comunicaciones y que estas sean usadas en su contra: “A mí no me extraña que quieran aprender náhuatl. Ellos (pandilleros) siempre han tenido un código que antes era a base de señas con las manos que lógicamente se va descifrando y toda la gente lo conoce”, explicó.

Juan Carlos Mendoza, diputado de Gana, dijo que veía positivo que los pandilleros quisieran aprender la lengua náhuatl.

“Qué bueno, por recuperar la lengua. Por ese lado los muchachos harán algo bueno por el país, porque van a recuperar la lengua. Es de felicitarlos”, expresó de forma literal.