La Fuerza de Tarea Cuscatlán, destinada al combate de la narcoactividad y que tiene estrecha coordinación con el Centro de Monitoreo Antidrogas que funciona en el Aeropuerto Internacional El Salvador, recibió ayer una dotación de vehículos y equipos informáticos especiales para operaciones antinarcóticas.
Dicha unidad antidrogas fue lanzada a mediados del año anterior para combatir el trasiego de grandes cargamentos de droga.
Con el donativo entregado por el gobierno de Estados Unidos, las autoridades pondrán a funcionar el Centro de Operaciones Antinarcóticas Interagencial en el que están integradas seis instituciones gubernamentales como Policía, Fiscalía General, Fuerza Armada, Dirección de Migración y Extranjería, Ministerio de Hacienda y CEPA.
Este compromiso bilateral fue respaldado por las firmas de la embajadora de Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, y el canciller de la República, Hugo Martínez.
El costo de los recursos donados alcanza los 641,000 dólares, como aporte adicional a la cooperación estadounidense que ha servido para que funcione esta fuerza élite Cuscatlán.
“La Fuerza de Tarea Conjunta de Operaciones Especiales Cuscatlán representa una alianza histórica entre el gobierno de Estados Unidos, la Policía, las Fuerzas Armadas, quienes unen sus fuerzas para combatir el crimen transnacional a través de operaciones antinarcóticos”, dijo Aponte.
La funcionaria sostuvo que esta unidad élite contra la narcoactividad ya cuenta con los recursos necesarios como helicópteros, lanchas rápidas, infraestructura, y equipo tecnológico para operaciones especiales. Además el personal que estará en el centro de operaciones ha sido entrenado para hacer interceptaciones de las narcoembarcaciones, naves aéreas y hasta vehículos que son usados para el transporte de grandes cargamentos de drogas.
Esta Fuerza de Tarea es parte del plan Martillo que es una operación multinacional que incluye a 13 países liderado por Estados Unidos para frenar el paso de drogas por las costas de los océanos Pacífico y Atlántico.
“En el corto tiempo que ha estado operando, el Grupo Cuscatlán ya dirigió operaciones y ha producido resultados que responden exitosamente a nuestro deseo de reducir el crimen transnacional e impedir futuras acciones ilícitas que deterioran la seguridad pública de El Salvador y de toda la región”, dijo Aponte.
El canciller Martínez manifestó que asumen “el compromiso para cumplir con esta implementación e instrucciones para que la Fuerza Conjunta cumpla con su misión”.
Para el ministro de Justicia y Seguridad Pública, David Munguía Payés, la cooperación estadounidense llega a fortalecer el trabajo antinarcótico que realiza la Policía, porque “todavía el 89 por ciento de la droga que va del Sur hacia el Norte pasa tanto por las costas Atlánticas como por las costas Pacíficas”.
El ministro de Defensa, Atilio Benítez, explicó que este nuevo centro permitirá que las seis instituciones puedan reaccionar de forma inmediata cuando se detecte el paso de alguna narcoembarcación por el territorio salvadoreño.
“Antes veníamos de diferentes bases a coincidir en un lugar para actuar, pero ahora estaremos aquí presentes y la reacción tendrá que ser mucho más rápida y eso nos da una ventaja para intervenir”, dijo Benítez.