Piden a PNC entregar local en Nuevo Edén de San Juan

El propietario dio hasta el 5 de enero a la PNC para que dejara la casa que les fue prestada

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Propietario de vivienda que usa la PNC les dio como límite para desocuparla el 5 de enero, pero pidieron prórroga por no tener donde ir. foto edh / Francisco Torres

Por Francisco Torres comunidades@eldiariodehoy.com

2013-02-17 8:00:00

SAN MIGUEL. El puesto policial del municipio de Nuevo Edén de San Juan, al norte de San Miguel, está en vilo luego de que los agentes fueran informados de que tenían que abandonar la vivienda que, según los mismos policías, les prestaron hace años.

Se trata de una desvencijada casa de adobe que exhibe a sus anchas el deterioro que deja el paso del tiempo.

Ahí, donde la Policía vive de prestado, abrieron un espacio menos digno a los soldados que el Ejército asignó para ayudar a controlar en conjunto la seguridad del lugar.

Hasta ahí la historia parece una de tantas en las que los policías y militares tienen que abandonar los inmuebles por falta de pago o porque se las habían prestado por un lapso de tiempo.

Sin embargo, este caso encierra la profunda ironía de que, mientras el dueño de casa echa a los agentes de la Policía y del Ejército, el Estado salvadoreño permite que los propietarios de un taller de estructuras metálicas usurpen el viejo local donde funcionó hace un par de décadas la Guardia Nacional.

El problema es que no hay claridad sobre quién es el propietario de este inmueble.

El alcalde Marquiovic Villegas explicó que la vivienda de construcción mixta es del Ejército y señaló que “cada vez que cambian jefe (en la Tercera Brigada de Infantería, de San Miguel) vienen a la zona a revisar el inmueble”. Pero la tenencia de ese inmueble es un tema pantanoso.

Edwin Amaya, del catastro municipal de Nuevo Edén de San Juan, explica que esa propiedad “al parecer” fue dada por el Ministerio de la Defensa en un comodato para 50 años a la municipalidad, pero que eso es incierto, ya que no hay documentos al respecto, porque habrían sido destruidos cuando la guerrilla quemó la comuna durante el conflicto armado, en 1983.

Según Amaya, la alcaldía mandó una comisión al Ministerio de la Defensa para indagar al respecto, “pero nos dijeron que esa información era confidencial”, señaló. Por eso la comuna no le mete mano al inmueble.

Ejército no opina

El Diario de Hoy trató de obtener información en el Ejército sobre la propiedad; pero el coronel Mauricio Ramírez, quien está a cargo de la Tercera Brigada de manera interina, dijo que no pudo conocer la situación del local.

Lo cierto es que la casa donde hoy funciona la Policía Nacional Civil (PNC) debió haber sido desalojada el cinco de enero y aún no lo han hecho.

Evaristo Padilla, jefe regional de la PNC, dice han solicitado “ya sea en comodato o en préstamo el viejo local de la Guardia Nacional”.

Pero, según Padilla, la gestión que iniciaron el mes pasado se hace ante el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA), porque dice tener información de que esa propiedad pertenece a esa dependencia estatal.

El edil dice que ha conversado con el propietario del taller, quien le ha manifestado que una vez le pidan que desaloje el inmueble, lo hará.

Actualmente el taller funciona en esa vivienda, a pesar de que no tiene ni puertas y está en total descuido.

Al alcalde le preocupa que, por la falta de local, la PNC vaya a cerrar el puesto policial porque Nuevo Edén de San Juan es un municipio relativamente pacífico.

“Los muchachos hacen un buen trabajo y se enfocan en la prevención de delitos”, añade el edil Villegas.

Mucho trabajo

Sin embargo, los agentes policiales, que opinaron bajo anonimato, hablan de un trabajo muy pesado porque tienen que atender delitos de bagatela, pero también se hacen cargo de casos importantes de violencia intrafamiliar, violaciones sexuales, y más recientemente de mantener a raya a un grupo de la mara Salvatrucha que empieza a manchar paredes y a hacerse sentir en ese municipio.

Como muestra un botón. Un agente policial señala que a inicios de este mes atendieron el caso en el que una adolescente de 15 años venía siendo violada por su padrastro desde hace 12 años. Producto de esos vejámenes la menor quedó embarazada y fue obligada a abortar.

Las pandillas han comenzado a cometer delitos como hurtos, robos, amenazas.

Los agentes también lamentan el deplorable estado de la vivienda de la que ahora los están sacando.

No tiene baño y unos archiveros metálicos son lo único que divide la oficina de denuncia y consulta, del espacio que usan para dormir.

Señalan que en invierno no es posible conciliar el sueño porque el techo es un colador.

Padilla, Villegas y los agentes policiales coinciden en que el viejo local de la Guardia Nacional serviría para instalar a la PNC y al Ejército, pero lamentan el desdén de las autoridades para determinar, en un primer momento, quien tiene en propiedad el inmueble.

El alcalde afirmó que estaría dispuesto a mejorar el local con los fondos municipales ya que desde hace algún tiempo empezó a pagar, con aportes de vecinos, la casa que inicialmente le fue prestada a la PNC hace dos o tres años.

Añade que se pagan 100 dólares mensuales, aunque los policías de la localidad sostienen que la casa sigue siendo un préstamo.

Mientras tanto, Padilla prefiere esperar a que en el ISTA les den una respuesta sobre ese inmueble.

“Ya hemos iniciado una gestión para que la dirección de la corporación nos ayude en ese sentido y, si es favorable la respuesta, para que nos la mejoren” sostuvo el jefe policial.

Pidieron un compás de espera a la propietaria de la vivienda mientras encuentran otro local para el puesto policial.

Rentar otra casa ha sido solo una de las alternativas analizadas por la PNC, “pero eso es bien difícil porque se pagaría con atrasos”, dijo el edil.

A los habitantes del municipio, fronterizo con Honduras, les preocupa de que se empiezan a notar grupos ligados a pandillas en esta villa que ha sido siempre muy pacífica.

Ahora temen que la facilidad de acceso que les provee la carretera Longitudinal del Norte empiece a poner a Nuevo Edén de San Juan en el mapa de pandilleros proscrito.

“A mí no me gustaría que se llevaran a los policías porque aunque a veces uno piensa que ellos no hacen nada, se dedican a mantener el orden” dijo Santos Martínez.