Nicaragua a la espera de diálogo entre el Gobierno y la Iglesia

La Policía de Nicaragua reportó que al menos 121 personas resultaron heridas durante las batallas.

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elsalvador.com

Por Agencias

2018-04-26 12:52:01

Nicaragua vive hoy en medio de una aparente calma a la espera de que se fije el inicio del diálogo entre el Gobierno y los empresarios con la mediación de la Iglesia, tras las protestas civiles que han dejado al menos 32 muertos.

Centenares de nicaragüenses autoconvocados se manifestaron el miércoles, por octavo día, para rendir homenaje a las más de una treintena de muertos en las protestas violentas ocurridas la semana pasada, pedir justicia y exigir a Daniel Ortega que deje el poder.

Los cientos de personas se concentraron pacíficamente en la salida sur de Managua, con banderas de Nicaragua, camisas alusivas a los estudiantes asesinados y carteles con expresiones de repudio al Gobierno de turno.

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Velas aromáticas fueron encendidas en la concentración, que inició pasadas las 6:00 hora local (18:00 GTM), en tanto, otras se colocaron en altares y cruces improvisadas que fueron adornadas con flores y los nombres de cada joven fallecido durante los enfrentamientos.

Algunas personas lloraban, otras gritaban enérgicamente “justicia”, mientras los conductores de vehículos o motos sonaban sus bocinas y alzaban las banderas de Nicaragua en apoyo a los manifestantes.

“Esta crisis no inició el 18 de abril, es el resultado de una serie de demandas que no han sido escuchadas por el Gobierno”, anunciaba a la multitud a través de parlantes la manifestante Arana Mcguire.

Las protestas, que comenzaron el miércoles de la semana pasada, estallaron en principio por las anunciadas reformas de la seguridad social, que finalmente fueron derogadas por el presidente.

Las muertes, entre las que se cuentan dos policías, un periodista y un adolescente, ocurrieron entre el miércoles y el domingo pasado, cuando las miles de personas fueron reprimidas cuando protestaban en toda Nicaragua.

La Policía de Nicaragua reportó que al menos 121 personas resultaron heridas durante las batallas.

A pesar de que los enfrentamientos disminuyeron el lunes, ahora la población exige la renuncia de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta, Rosario Murillo, porque los consideran represivos, corruptos, violadores de los derechos humanos y las libertades públicas