El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha querido asegurarse que no está bajo investigación en el caso de la presunta interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
De hecho, en sus reuniones privadas con el exdirector del FBI, James Comey, le hizo prometerle tres veces que no se encontraba sujeto a indagaciones. Pese a esto, lo despidió, y en el proceso contradijo todas las versiones de la Casa Blanca.
James Comey: Trump me mintió y le mintió al FBI
El caso ruso, que cada vez más se acerca a salpicar al presidente, ha tomado un nuevo giro ante la posibilidad de que este enfrente una acusación penal por obstrucción de la justicia.
Y, por primera vez, el magnate inmobiliario ha reconocido, en su cuenta de Twitter, que está bajo investigación. “¡Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI por el hombre que me dijo que despidiera al director del FBI! Cacería de brujas” fue lo que publicó.
I am being investigated for firing the FBI Director by the man who told me to fire the FBI Director! Witch Hunt
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 16, 2017
Lo curioso es que, según él, se le investiga por haber despedido a Comey. Y, también según él, está siendo investigado por la persona que le sugirió despedir a Comey. Esto puede ser una leve inexactitud, pues el posible caso es de obstrucción de la justicia y porque quien lo encabeza, el exdirector del FBI Robert Mueller, no tuvo nada que ver con el despido de Comey. De hecho, lo considera su amigo.
Futuro legal de Trump
De acuerdo con la ley estadounidense, ningún presidente puede tener una acusación penal, pues goza de fuero. Por tanto, de configurarse un caso que lo involucre claramente, se activa un procedimiento político en el Congreso. Este es conocido como “impeachment” y podría terminar con la destitución del mandatario, que a menos de cinco meses de tomar posesión se ha envuelto en numerosas controversias.