La operación comenzó cuando el grupo de asalto detonó con explosivos una puerta de metal, pero detrás de esta había un pared de ladrillos falsa. “Esto es bueno, es una puerta falsa. Quiere decir que él está ahí”, escribe Robert O’Neill en su libro “The Operator” donde narra cómo mató al líder de Al Qaeda.
De esa manera, O’Neill, un soldado veterano de los Estados Unidos y miembro del grupo de élite de los Navy SEALs, relata detalles de la misión más importante de su vida: la cacería y muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, según publica el sitio de noticias Infobae.
En sus memorias, dice el sitio, se relata esa jornada de 2011 en la que él y su grupo atacaron una residencia fuertemente protegida en Abbottobad, Pakistán, tras una larga investigación que develó el paradero del cerebro detrás del ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
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Cuando los SEALs lograron entrar a la residencia, O’Neill cuenta su entusiasmo al saber que estaban cerca de Bin Laden. “Estamos aquí, es la casa de Bin Laden. Esto es increíble. Probablemente no vivamos, pero es histórico y voy a saborearlo”, dice que pensó mientras avanzaba.
Así, dice que fueron de habitación en habitación en las que encontraron sólo mujeres y niños pero que esperaban dar con Khalid Bin Laden, el hijo de 23 años de Osama.
Entonces, dice O´Neill, un hombre armado con un AK-47 apareció en una escalera, en un nivel superior al del grupo, e inmediatamente se cubrió.
Uno de los SEALs le dijo: “Khalid, ven aquí”, tanto en árabe como en urdu, una lengua hablada en Pakistán.
En la confusión, Khalid se asomó para preguntar quién estaba ahí y recibió un disparo en la cabeza. En ese momento una parte del grupo subió las escaleras para asegurarse de que no hubiera nadie más, mientras que O’Neill y un compañero fueron directo a la búsqueda de Bin Laden.
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“Nuestras tácticas dictaban que debíamos esperar refuerzos, pero necesitábamos seguir. Y entonces tuve un pensamiento tan claro que fue como una voz que me hablaba en la cabeza. Estoy cansado de preocuparme, encarguémonos de estos. No fue valentía, fue más una fatiga”, explica en el libro, según Infobae.
Finalmente dice que dieron con Bin Laden en una habitación. “Era más alto y flaco de lo que me había imaginado, con la barba más corta y el cabello blanco”, recuerda O’Neill.
Dice que en ese momento, una mujer se interpuso entre el SEAL y Bin Laden, pero O’Neill no dudó. Apuntó con frialdad y por encima de la mujer disparó dos veces. “La cabeza de Bin Laden se abrió al medio y él se cayó”, escribe.
“Le disparé otra vez en la cabeza, por seguridad”, agregó.
O’Neill dejó el ejército en 2012, antes de cumplir la edad de retiro, y hace poco presentó estas memorias en las que se puede conocer parte de la operación contra el autor del atentado en Nueva York y que fue ordenada por el expresidente Barack Obama.