LAOS. La desgarradora historia de este niño nigeriano de 2 años, semimuerto de hambre y sed, salió a la luz cuando fue hallado vagando desnudo por miembros de una fundación. El pequeño fue abandonado por su familia para que muriera porque pensaron que era un hechicero.
El niño, que ahora ha sido llamado Hope (Esperanza), estaba demacrado y lleno de gusanos. Durante ocho meses sobrevivió de las sobras que le arrojaban los transeúntes.
Finalmente fue rescatado el pasado 31 de enero por Anja Ringgren Loven, una danesa que vive en África.
Horrorizada por la condición de Hope, Loven comenzó a darle de comer y le dio agua.
Luego envolvió en una manta al niño, que estaba desorientado y enfermo, y lo llevó al hospital más cercano para recibir tratamiento.
Hace tres años, Loven creó la Fundación para la Educación y el Desarrollo para ayudar a los niños de África. Ésta se encarga de proteger a los niños que han sido etiquetados como una brujos y, por tanto, descuidados e incluso asesinados por los miembros de su comunidad.
“‘Miles de niños son acusados de ser hechiceros y hemos visto cómo los torturan, niños muertos, niños asustados”, describió ella en su página de Facebook, donde publicó imágenes de la recuperación de Hope y pide además donaciones.
“La condición de Hope es estable ahora. Come y responde al medicamento que recibe”, dice Loven. “Hoy en día tiene energía para sentarse y nos sonríe. Es un pequeño muy fuerte”, agrega.
Loven relata que cuando ella pidió ayuda de la comunidad con las costosas facturas médicas de Hope, recibió $1 millón en donaciones de todo el mundo.
“Con este dinero, además de dar a Hope un mejor tratamiento, también podemos construir una nueva clínica y salvar a muchos más niños de las torturas” dice ella.