Kerry: los derechos humanos en Cuba son un tema clave

Además, el secretario de estado de EE.UU. dijo que seguirán “con mucho cuidado” las elecciones en Venezuela 

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2015-08-13 9:00:00

MIAMI. A horas de llegar a La Habana para la ceremonia de apertura de la Embajada de EE.UU. en Cuba, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, afirmó que los derechos humanos estarían “a la cabeza” de la agenda de conversaciones con su homólogo cubano hoy.

Andrés Oppenheimer, periodista de CNN en Español y del Miami Herald, conversó con el funcionario sobre el restablecimiento de las relaciones entre EE.UU. y Cuba. Si bien la entrevista saldrá al aire este domingo por la noche, el propio comunicador adelantó lo que Kerry le comentó.

En primer lugar, confirmó que los disidentes no serán invitados a la ceremonia oficial del izado de la bandera en la embajada. Sin embargo, se reunirá con ellos por la tarde.

Como respuesta a las críticas de los republicanos en el Congreso, Kerry dijo que “en lugar de tener a personas sentadas en sillas en una ceremonia que es fundamentalmente de gobierno a gobierno, con un espacio muy limitado, yo me voy a reunir con ellos y tendré una oportunidad de hablar realmente con ellos e intercambiar opiniones. Ellos vendrán a nuestra misión más tarde, conjuntamente con una sección representativa de la sociedad civil cubana”.

Algunos opositores creen que no fueron invitados a la ceremonia principal por “presiones” del régimen cubano, algo que el Departamento de Estado ha negado. 

Respecto de la reunión que tiene fijada con el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez, comentó que discutirá una normalización exhaustiva de los lazos entre ambos países, incluyendo temas tales como las libertades democráticas y las elecciones en la isla.

“Yo me sentaré a conversar con mi homólogo cuando esté allí el viernes”, dijo Kerry. “Vamos a hablar muy directamente sobre una especie de plan general para una normalización verdadera y plena”, agregó.

“Eso incluirá el levantamiento del embargo, algo de lo cual estamos a favor, pero también incluiremos la necesidad de que Cuba tome medidas en relación con varios temas que realmente hagan la diferencia, (como) la posibilidad de que el pueblo pueda participar en un proceso democrático”, dijo. 

Señaló además que el restablecimiento de las relaciones no supondrá la cancelación de la ayuda a grupos disidentes en la isla al asegurar que “continuaremos financiando los programas por la democracia”. 

La ceremonia de izado de bandera en la embajada de EE.UU. en La Habana supone un paso más de la normalización de las relaciones entre ambos países que anunciaron el presidente Barack Obama y el dictador Raúl Castro en diciembre pasado. 

Kerry, quien estará en la isla menos de 24 horas, señaló que las reformas democráticas deben “provenir del pueblo cubano”, pero que con la embajada en La Habana supondrá una “oportunidad mejor para defender los derechos humanos allí mismo”. 

Su visita será la primera de un secretario de Estado estadounidense a Cuba desde 1945, y en ella izará la bandera de EE.UU. en la embajada del país en La Habana, que comenzó a funcionar como tal el pasado 20 de julio, pero ha postergado toda celebración hasta la llegada de Kerry. 

La visita de Kerry no ha estado exenta de críticas de legisladores estadounidenses de origen cubano, como la republicana Ileana Ros-Lehtinen, que hoy aseguró que mientras “los hermanos Castro sacan la alfombra roja para Kerry, el pueblo de Cuba seguirá encontrándose con violencia y arrestos”.

Venezuela en la mira
Confirmó además que las conversaciones con Cuba han incluido discusiones sobre Venezuela, pues EE.UU. desea tener una relación con el país suramericano que contribuya a aumentar la capacidad de sus habitantes para “verse protegidos, respetados, representados y ver sus vidas mejorar realmente”. 

A este respecto, Kerry confía en que las autoridades cubanas “presentarán que lo que estamos haciendo ahora con ellos es beneficioso, de modo que no veo por qué Venezuela no querría hacer lo mismo”. 

Describió la situación en Venezuela como “muy problemática”, y dijo que si las autoridades no permiten observadores internacionales en las elecciones de diciembre próximo y liberan a los presos políticos este hecho tendría un “grave impacto” en sus relaciones bilaterales y analizarán los comicios con “mucho cuidado”, dijo.