El presidente Enrique Peña Nieto calificó la nueva fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán como una afrenta para México y ordenó investigar posibles complicidades de funcionarios federales.
En un mensaje a la prensa desde París, adonde llegó el domingo para una visita de Estado a Francia, el mandatario confió que las instituciones de seguridad mexicanas sean capaces de reaprender al capo, considerado como el jefe del cártel de Sinaloa.
“Esto representa sin duda una afrenta para el Estado mexicano”, dijo el presidente, quien no aceptó preguntas tras su alocución.
Señaló que instruyó a la procuradora general, Arely Gómez, a realizar “una investigación a fondo y profunda para determinar si ha habido servidores públicos del penal” así como a los servidores públicos del organismo que supervisa a las prisiones federales, involucrados en la fuga.
Joaquín “El Chapo” Guzmán logró escapar de la que era considerada la prisión más segura del país a través de un túnel de 1,5 kilómetros que llegaba hasta su celda.
El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, dijo el domingo que al túnel se ingresaba a través del área de la regadera, a la propia celda de Guzmán.
Esta es la segunda ocasión que el capo se fuga de un penal de máxima seguridad. La vez anterior ocurrió en 2001.
En una conferencia de prensa en la que tampoco aceptó preguntas, Rubido dijo que por ahora 18 funcionarios de distintas áreas de la prisión fueron trasladados a la ciudad de México para ser interrogados.
El penal del Altiplano se localiza a unos 90 kilómetros (55 millas) al oeste de la capital. Las autoridades iniciaron una cacería para intentar localizar de nuevo al capo.
El presidente Peña Nieto no suspenderá su gira por Francia.