En Honduras, miles rechazan corrupción

Piden a la ONU instalar una comisión contra la impunidad

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elsalvador.com

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2015-06-06 7:00:00

TEGUCIGALPA. Miles de personas paralizaron Tegucigalpa y entregaron una carta en la sede de las Naciones Unidas en el país, en la cual solicitaron la llegada de una comisión internacional contra la impunidad que investigue los escandalosos casos de corrupción relacionados con funcionarios públicos dados a conocer en los últimos días.

“El pueblo hondureño está despertando del letargo en el que le han tenido; ahora tenemos la voz de mando. Esto solo es el principio”, dijo Gabriela Blen, una de las organizadoras de la protesta. “Queremos que se instale la comisión internacional contra la impunidad”.

La marcha, que comenzó frente al Hospital Escuela de la capital y recorrió varios kilómetros, fue convocada a través de las redes sociales por un movimiento de jóvenes denominado #oposicionindignada. Se cantó el himno nacional y se portaron antorchas y banderas del país, pero no de partidos políticos.

Uno de los mayores escándalos de corrupción en el país que fue el más repudiado por los manifestantes, es un millonario desfalco en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que salpica a políticos, empresarios, altos funcionarios, fiscales y periodistas, entre otros, que recibieron favores económicos.

Incluso, el mismo presidente hondureño Juan Orlando Hernández admitió esta semana que el oficialista Partido Nacional recibió dinero proveniente de ese desfalco para financiar su campaña presidencial.

Aunque, Hernández afirmó en un mensaje televisado que él no tiene “nada que ver con la corrupción en el Instituto Hondureño de Seguridad Social”.

En dicha financiación ilegal del partido están implicados Ricardo Álvarez, su actual vicepresidente; Hilda Hernández, ministra de Estrategia y Comunicaciones y hermana del presidente; Óscar Álvarez, jefe de la bancada del partido, y Yolani Batres, ministra de Salud.

Debido a este escándalo, la multitud coreaba consignas como “¡Fuera JOH!”, en alusión a las siglas del nombre del mandatario; “indiferentes y callados, ¡nunca más!” y “¡estamos hartos de la corrupción!… ¡basta ya!”.

“Tenemos un presidente corrupto y mentiroso”, aseguró Azalia Sierra, estudiante de 17 años. “Aquí hay muchos corruptos y corruptores”.

George Colindres, uno de los organizadores, declaró que el grupo es independiente y no tiene nada que ver con los políticos “porque la corrupción nos afecta a todos”.

Sin embargo, en la marcha participó el expresidente Manuel Zelaya, ahora diputado del Congreso por el opositor partido Libre.

“Estamos hartos de tantos sinvergüenzas en el gobierno”, afirmó Ernesto Pineda, fundador del Grupo Juvenil Honduras. “Y, por eso, hay que sacarlos de sus puestos”, añadió.

La instalación de una comisión internacional como la que piden los manifestantes sólo puede suceder si el gobierno se la solicita a la ONU, pero éste no ha dado ningún indicio de querer hacerlo.

Los detalles sobre el desfalco al Seguro Social fueron difundidos el viernes por Mario Pérez, diputado del Partido Nacional que encabezó la comisión de investigación formada por 13 legisladores de todos los partidos representados en el Congreso. Durante la lectura del informe, Pérez afirmó que los políticos señalados en el escándalo han declarado ante las autoridades, pero hasta el momento la justicia no ha tomado ninguna medida, y exigió que el Partido Nacional devuelva el dinero.

Pérez detalló que el expresidente Porfirio Lobo (2010-2014) también prestó declaración sobre su conocimiento de los hechos en julio de 2014, y el Ministerio Público no tomó ninguna medida al respecto.

Según el Ministerio Público, una red encabezada por Mario Zelaya, director del Instituto durante la presidencia de Lobo, desvió de manera fraudulenta una cifra que podría superar los $100 millones de los fondos destinados a comprar medicamentos, insumos para el sistema sanitario y pagar pensiones de vejez e invalidez.

Los detalles del fraude son escandalosos: se afirma que se suministraron medicamentos adulterados, se vaciaron las contribuciones de los trabajadores, se sobrevaloraron servicios hasta en un 400 %, dejaron de ofrecerse productos médicos de primera necesidad y, con el dinero defraudado, además de financiar la campaña de Hernández, se compraron docenas de viviendas y vehículos de lujo en Estados Unidos, Honduras y Chile, y se pagaron viajes de placer y fiestas. —AGENCIAS