Terroristas del Estado Islámico decapitan a 400 mujeres, niños y ancianos

La televisión local siria dijo que la tragedia ocurrió en Palmira. El grupo terrorista tomó la milenaria ciudad días atrás.

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elsalvador.com

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2015-05-24 7:00:00

DAMASCO. El grupo terrorista Estado Islámico (EI) decapitó a unas 400 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en la ciudad siria de Palmira desde que tomó su control el pasado miércoles, según informó la televisión oficial siria, que citó a fuentes locales.

Decenas de las víctimas son funcionarios del Gobierno sirio, entre ellos la jefa del departamento de Enfermería del hospital de Palmira, a la que no identificó la televisión, y su familia.

El primer ministro sirio, Wael al Halqi, condenó la “horrible masacre” perpetrada por el EI y responsabilizó de ella a los “países que apoyan el terrorismo material y militarmente, principalmente a Arabia Saudita, Catar y Turquía, así como a algunos países occidentales”, añadió la televisión oficial.

Por ello, Al Halqi llamó a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias a que presionen a “estos Gobiernos que apoyan el terrorismo”.

Las víctimas fueron asesinadas debido a “su lealtad al Gobierno sirio y su desobediencia al EI”, según el canal estatal, que agregó que “estos crímenes se están perpetrando ante el vergonzoso silencio de la comunidad internacional”.

La televisión siria criticó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas “solo haya expresado su ‘preocupación’ sin tomar ninguna medida disuasoria en el terreno”.

Los yihadistas prohibieron a miles de ciudadanos abandonar la ciudad y a muchos de ellos les robaron sus posesiones, además de imponer en la ciudad su interpretación radical de la ley islámica.

Las ruinas de esta localidad son uno de los seis sitios sirios incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y también están en su lista de Lugares en Peligro.

Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.

Antes del inicio de la contienda en el país, en marzo de 2011, sus ruinas eran una de las principales atracciones turísticas del Estado árabe y de la región.

También ayer los ataques aéreos del ejército sirio mataron al menos a 300 insurgentes e hirieron a cientos más durante una operación militar para liberar a las tropas sitiadas en un hospital en el noroeste de Siria, según la televisión estatal siria.

Mientras, más de 50,000 voluntarios de las milicias chiíes iraquíes “Movilización Popular” están preparados para liberar la provincia occidental iraquí de Al Anbar del control del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según el portavoz de estas fuerzas paramilitares, Karim al Nuri. Al Nuri, citado por el diario nacional “Al Alam”, indicó que hay “facciones de la Movilización Popular que se encuentran desplegadas en la mayoría de las unidades de operaciones de Al Anbar”.

El problema es que la zona es de mayoría suní, y estas tropas son chiíes. Es decir, que muchos lugareños pueden preferir combatir junto al Estado Islámico, a pesar de sus brutalidades, que esperar a la secta rival enviada por el gobierno de Bagdad ante la incapacidad del ejército nacional iraquí para hacer el trabajo. —AGENCIAS.