“En Cuba la transición no comienza si el pueblo está excluido”

En entrevista exclusiva con El Diario de Hoy desde Panamá habla sobre la iniciativa Cuba Decide, con miras a la promoción de un plebiscito para que los cubanos decidan su futuro en elecciones "libres, justas y plurales"

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elsalvador.com

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2015-04-10 9:00:00

Rosa María Payá es hija del activista cubano Oswaldo Payá, muerto hace dos años, según se ha denunciado, a manos de elementos del régimen cubano.

Ella acaba de lanzar desde Panamá la iniciativa Cuba Decide, con miras a la promoción de un plebiscito para que los cubanos decidan su futuro en elecciones “libres, justas y plurales”.

De 26 años, Rosa María viste con sencillez y no usa maquillaje, lo cual no le resta en nada a su gracia y belleza natural. Habla con mucho énfasis y seguridad, aunque mantiene un semblante reflexivo. Es licenciada en Física y miembro del Movimiento Cristiano de Liberación en Cuba.

Al momento de hacerle esta entrevista estaba contrariada porque autoridades panameñas no querían presentar un documento elaborado por representantes de la sociedad civil latinoamericana sobre la democracia en la región. Incluso denunció que a su llegada a Panamá fue detenida, que la amenazaron con deportarla a Cuba si participaba en manifestaciones.

Estas son declaraciones para El Diario de Hoy:

¿Tu padre era uno de los más influyentes disidentes cubanos?

Mi padre murió hace dos años y medio en un atentado dirigido y efectuado por la seguridad del Estado del gobierno cubano, junto a Harold Zepeda, que era el líder joven más importante que había del movimiento cristiano de liberación que había y que tenía 32 años en ese momento.

¿Qué piensas de ese hecho frente a lo que actualmente vive la región?

Yo creo que los cubanos y cada vez más los latinoamericanos son capaces de moverse por sus derechos y de revertir este deterioro de la democracia que estamos viviendo en la región.

¿Hay esperanzas de cambio para Cuba?

Hay esperanzas para el pueblo cubano. No por lo que al parecer van a hacer los gobiernos, sino por lo que los cubanos seamos capaces de hacer por nosotros mismos y por la solidaridad que hemos tenido de parte del pueblo latinoamericano.

¿Qué quieres hacer por Cuba?

Yo quiero –de hecho es nuestra iniciativa Cuba Decide, que se puede encontrar en cubadecide.com—se ponga en las manos de todos los cubanos una herramienta para conseguir que los cubanos tengan voz. Nosotros no queremos hablar por los cubanos, sino que los cubanos hablen por ellos mismos. Pero para eso necesitan los recursos democráticos.

¿Ustedes están proponiendo un plebiscito en Cuba?

Estamos proponiendo la realización de un plebiscito que pregunte al pueblo si quiere participar, después de más de 60 años, en elecciones libres y plurales, con diferentes partidos políticos, con acceso a los medios de comunicación y en un ambiente de derecho que garantice que todos puedan ser nominados y elegidos con total libertad. Eso es lo que estamos proponiendo al pueblo cubano que promueva. Esa ya ha sido una petición y un reclamo del pueblo cubano a través del proyecto Varela y hoy lo estamos planteando en una sola pregunta y lo estamos ofreciendo como herramienta para comenzar la transición.

¿Para ti la transición no ha comenzado aún?

La transición no comienza si el pueblo está excluido, si hasta hoy ha sido el gobierno el que toma las decisiones, ha sido el gobierno el único que hace las reformas. Por eso decimos: no puede ser solamente el gobierno; pregúntale al pueblo.

¿Cómo ves el futuro de Cuba?

Yo soy optimista. Por eventos como los que acaban de pasar aquí, la reacción de la sociedad civil latinoamericana, que estuvo a favor de continuar el foro.

¿Hubo hostilidades y boicots contra ustedes aquí?

Nosotros llegamos con la perspectiva de dialogar con la sociedad civil latinoamericana y que se expusieran los puntos que consensuadamente definieran. Y hoy nos encontramos con que responden a los intereses del gobierno cubano y probablemente también a los del gobierno venezolano estaban en las mesas de trabajo con el grito de “no hay foro”.

¿Qué les dijeron ustedes?

Después de muchos intentos de conversar con ellos y a pesar de expresiones violentas de parte de ellos, decidimos –porque los organizadores así nos lo dijeron—continuar con el foro en otro salón. Y todos los que realmente queríamos conversar y dialogar hicimos el foro. Se hicieron las propuestas, se llegó a un documento de consenso donde todos renunciamos a algunas cosas y propusimos otras, se hizo una votación para elegir a la persona que leyera las propuestas ante los presidentes y ahora nos encontramos con que los organizadores nos dicen que hay dos documentos y que probablemente no se sea ninguno de los dos.

¿Cuál ha sido tu papel en este esfuerzo?

Nosotros venimos a compartir con el pueblo panameño, con el pueblo latinoamericano nuestra propuesta, para con herramientas concretas, conquistar el derecho a decidir de los cubanos y mejorar la calidad de la democracia en toda la región. Eso hemos estado haciendo durante toda la semana, eso pensamos que podríamos hacer en este foro y realmente lo hemos hecho: con personas de muy diferentes tendencias hemos elaborado un documento.

¿Ustedes presentarán ese documento?

Ahora los organizadores nos dicen que ese documento corre el riesgo de no ser leído y de no ser tomado en cuenta. Es una burla y una falta de respeto a la sociedad civil latinoamericana que el gobierno panameño, la OEA y otras autoridades ajenas a los integrantes de la sociedad civil que estábamos allí, pasen por encima de la reglas del foro y de lo que es justo, para defender a un grupo cuya máxima es “no hay foro”.