Miles en EE. UU. rechazan los ataques raciales

Crece la tensión por los abusos policiales contra afroamericanos; los manifestantes claman justicia

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elsalvador.com

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2014-12-12 8:00:00

WASHINGTON. Miles de personas marcharon ayer por las calles de Washington en protesta contra la violencia racial de la Policía, a la luz de varios casos de policías blancos que han matado este año a personas afroamericanas en Estados Unidos.

Al grito de “Justicia para todos”, los manifestantes, convocados por la Red de Acción nacional –asociación fundada por el reverendo Al Sharpton, uno de los grandes líderes de la comunidad afroamericana de Estados Unidos- se congregaron en la Plaza de la Libertad, cerca de la Casa Blanca, en el centro de la capital del país.

Desde ahí y en un ambiente festivo, los congregados caminaron hasta el Capitolio, sede del Congreso, pertrechados de pancartas en las que se leían consignas como “Las vidas negras importan”, “Manos arriba, no disparen” o “El racismo es una enfermedad letal”.

“Esto no es una marcha blanca o una marcha negra. Esta es una marcha estadounidense, de manera que los derechos de todos los estadounidenses están protegidos”, afirmó Sharpton.

Los participantes en el acto recordaron el caso de Eric Garner, que murió el pasado julio en Nueva York a manos del policía blanco Daniel Pantaleo, contra el que un gran jurado decidió no presentar cargos hace 10 días.

Garner, de 43 años, era asmático y murió por asfixia, según determinó la autopsia, luego de que Pantaleo le colocara el brazo alrededor del cuello y ejecutara una llave de estrangulamiento, acto que fue grabado por un transeúnte en video.

Otro gran jurado decidió el pasado mes no imputar al policía blanco Darren Wilson por la muerte del joven Michael Brown.

Wilson, de 28 años, tiroteó a Brown, de 18 años, tras robar este una caja de cigarrillos en un supermercado de Ferguson, un suburbio de San Luis (Missouri), en circunstancias no aclaradas públicamente.

También evocaron los manifestantes el caso del pequeño Tamir E. Rice, de 12 años, que murió en Cleveland (EE. UU.) el pasado noviembre por los disparos de un policía que confundió la pistola de juguete que portaba el menor con un arma de verdad.

De hecho, familiares de esas tres víctimas acudieron ayer a la manifestación de Washington y expresaron ante la multitud su condena de la violencia policial.

“Este es un momento histórico”, afirmó la madre de Eric Garner, Gwen Carr, quien vestía una sudadera con la frase “No puedo respirar”, pronunciada por su hijo antes de fallecer.

Estas tensiones raciales han hecho que el presidente de EE. UU., Barack Obama, reafirmara recientemente su compromiso con la mejora de la relación entre la policía y las minorías del país.

“Este es un problema estadounidense, cuando alguien de este país no es tratado con igualdad ante la ley”, aseveró el mandatario. —AGENCIAS