La vida de Teresa está en grave peligro por ébola

La enfermera española tuvo un fallo multiorgánico; ya son 14 ingresados en hospital

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elsalvador.com

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2014-10-09 7:00:00

MADRID. La situación de la auxiliar de enfermería infectada con el virus del Ébola en España, Teresa Romero, es “muy crítica”, dijo ayer el Consejero de Sanidad de la región de Madrid, mientras que ha aumentado a 14 el número de personas en observación como susceptibles de haber sido infectadas.

El estado de la paciente se agravó severamente ayer a lo largo de la jornada, en la que se ha elevado a 14 el número de personas que permanecen en observación en el Hospital Carlos III de Madrid para determinar si están infectadas por el virus.

El hermano de Teresa Romero confirmó a las puertas de dicho centro hospitalario, donde está también la enferma, que los médicos han comunicado a la familia el empeoramiento del estado de salud de la infectada.

La secretaria del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) de la región de Madrid, Elvira González, declaró a los periodistas que la paciente “está grave, intubada y empieza a tener fallos multiorgánicos”.

Romero, la primera persona infectada con ébola en Europa, fue ingresada en el hospital el martes, después que las pruebas confirmaran que se había infectado con el virus.

La paciente ha estado siendo tratada con plasma extraído de una monja que superó la enfermedad en Liberia.

La auxiliar de enfermería pudo contagiarse al tocarse la cara con un guante cuando se retiraba el traje protector tras atender al religioso Manuel García Viejo, quien murió de ébola en Madrid.

La propia paciente lo reconoció ante uno de los doctores del equipo que la está atendiendo y el “accidente” pudo ocurrir en la primera de las dos visitas que realizó a la habitación en la que estaba García Viejo, quien fue repatriado desde Sierra Leona y falleció el 25 de septiembre.

Entre los ingresados en el hospital en observación se encuentra el marido de la enferma, Javier Limón, quien no presenta síntomas; el médico Juan Manuel Parra, quien atendió a Teresa Romero en el servicio de urgencias y quien tampoco sufre molestias; y la doctora de familia que asistió a la contagiada en un centro de salud y está también asintomática.

Otra enfermera del equipo del Hospital Carlos III encargado de la atención de los misioneros fallecidos está ingresada pendiente de la primera prueba del virus del ébola, al igual que otro sanitario del mismo equipo, que también aguarda para que se le practique el primer test.

A todos ellos se ha sumado otro médico del Hospital de Alcorcón, cerca de Madrid, que ha llegado sano pero que será sometido a “vigilancia activa”, y posteriormente ingresó también un sanitario del Servicio de Urgencia Médica de Madrid.

Y anoche ingresaron a otras siete personas para ser observados, aunque llegaron asintomáticos.

La ministra española de Sanidad, Ana Mato, declaró ayer que se está estudiando modificar los protocolos de actuación ante el ébola para que los profesionales sanitarios en contacto directo con pacientes infectados sean considerados personal de riesgo y hacerles un seguimiento más activo para aumentar su protección.

En medio de las críticas de colectivos sanitarios –que reclaman la dimisión de Mato– y la oposición política, el gobierno regional de Madrid defendió el protocolo seguido en el tratamiento de los dos religiosos repatriados y lamentaron que el único caso de contagio hasta ahora se deba a “un error humano, un acto reflejo” de la enfermera contagiada.

El Gobierno de España también ha sido objeto de las críticas y el principal partido de la oposición, el partido socialista (PSOE), reclamó la creación de un comité de crisis al más alto nivel, encabezado por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, para mejorar la coordinación, seguimiento e información en la crisis del ébola.

Crece temor en EE. UU.

Entre tanto, en Estados Unidos, donde ayer confirmaron que el otro caso sospechoso de ébola no está contagiado, el miedo a infectarse con el virus crece entre la población.

Pese a la aplicación de más medidas de seguridad en varios aeropuertos estadounidenses, trabajadores de aviones en Nueva York realizaron ayer una huelga; además, varios congresistas demandan al gobierno que se prohiban vuelos desde los países afectados en África Occidental.

“El país está asustado y la gente está asustada por esta enfermedad”, dijo la secretaria de Salud de EE. UU., Sylvia Burwell, en una conferencia de prensa.

El director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., Thomas Frieden, aseguró que el brote del ébola en África Occidental es la mayor emergencia sanitaria mundial desde la aparición del sida en la década de 1980.

El Gobierno de Barack Obama considera que la contención de la epidemia en África Occidental es la acción más urgente para evitar un brote de la enfermedad en EE. UU., donde el miércoles el ébola se cobró su primera víctima mortal: el ciudadano liberiano Thomas Eric Duncan, después de diez días en un hospital de Dallas (Texas).

La buena noticia de ayer fue la del Hospital Plebiscitario de Dallas que informó que el paciente que tuvo contacto con Duncan y que fue aislado el miércoles como posible nuevo caso no está contagiado con ébola. —AGENCIAS.