Manifestantes ignoraron el toque de queda en Ferguson

El Departamento de Justicia ordenó una nueva autopsia por parte de forenses independientes

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elsalvador.com

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2014-08-17 7:00:00

MISURI, ESTADOS UNIDOS. Las autoridades extendieron por segunda noche consecutiva la vigencia del toque de queda en Ferguson, la ciudad del centro de Estados Unidos, sacudida por una semana de protestas tras la muerte de un joven afroamericano por un policía.

El portavoz de la Policía de carreteras del estado de Misuri, Al Nothum, indicó al periódico St-Louis Post Dispatch que el toque de queda “será extendido a una segunda noche”.

Inicialmente el gobernador de Misuri Jay Nixon había decretado el toque de queda entre la medianoche del sábado y las 5:00 a.m. del domingo con el propósito de “mantener la paz” para permitir que se pueda investigar las controvertidas circunstancias en que murió Michael Brown, de 18 años, el pasado 9 de agosto a manos de un policía.

Brown murió tras ser tiroteado por el agente Darren Wilson, tras una discusión cuyo contenido todavía no ha trascendido. Sin embargo, la negativa de la Policía a divulgar inicialmente el nombre del agente provocó unas fuertes protestas de la población y una durísima respuesta policial cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo.

Ayer, el Departamento de Justicia ordenó la realización de una nueva autopsia por parte de forenses independientes para averiguar las causas de la muerte de Brown, según ha informado el propio Departamento.

La primera noche del toque de queda se saldó con un balance de una persona herida y siete detenidos, mientras la Policía usaba bombas de humo y disparaba gas lacrimógeno para dispersar a unos 200 manifestantes que desafiaron la medida impuesta por el gobernador Nixon.

Éste había justificado la instauración de un toque de queda “para proteger a las personas y las propiedades de Ferguson” y permitir que la justicia opere.

En tanto, la familia del muchacho convocó a una manifestación pacífica ayer. Un pequeño grupo de manifestantes rezaron tomados de la mano, cerca del lugar donde Brown fue abatido.

“Perdonen, pero necesitamos respuestas sobre Michael Brown”, señalaba una pancarta exhibida en el lugar. En la mañana el activista por los derechos civiles Al Sharpton encabezó una ceremonia religiosa. “Cuando un policía se equivoca debe asumir las consecuencias, como cualquier ciudadano”, enfatizó.

La muerte de Brown a manos de un policía ha avivado el debate sobre el uso excesivo de la fuerza policial contra los afroamericanos y otras comunidades. —AGENCIAS.