El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez dijo hoy que los traficantes de niños inmigrantes que intentan llegar solos a Estados Unidos en busca de sus padres deberían estar presos.
Los traficantes de personas, también conocidos como “coyotes”, le están “haciendo un mal a la sociedad” al exponer la vida de los niños, subrayó Rodríguez durante la homilía dominical en Tegucigalpa.
Agregó que los traficantes deben “arrepentirse” y “pedir perdón” por tanto daño que le están haciendo a la sociedad.
El religioso enfatizó que “es triste” la situación que se está viviendo por miles de niños y adolescentes hondureños, igual que salvadoreños y guatemaltecos, que están detenidos en Estados Unidos a la espera de una deportación.
Señaló además que la inmigración “no es un mal” y que “nunca se debe poner en peligro a los niños, ni traficar con ellos”.
Según autoridades migratorias de Estados Unidos, más de 50,000 menores de El Salvador, Guatemala y Honduras llegaron solos en los últimos 10 meses a ese país, lo que se ha convertido en una crisis humanitaria.
El tema ha provocado una movilización de los gobiernos de los tres países centroamericanos y de Estados Unidos, lo mismo que de organismos humanitarios e instituciones no gubernamentales que protegen a los niños.
Además, el próximo día 25 el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibirá a sus homólogos de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Guatemala, Otto Pérez Molina, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, para tratar sobre los niños inmigrantes.
El cardenal hondureño también hizo un llamamiento a los padres para que no crean en las promesas de los “coyotes” y que no permitan que sus hijos viajen solos a ningún país.
En el caso de Honduras, la semana pasada se celebró una conferencia internacional para tratar el tema de los niños inmigrantes en la que se convino buscar soluciones compartidas.
Las autoridades de Tegucigalpa calculan que los niños hondureños detenidos en Estados Unidos suman unos 14,000.