Felipe VI ofrece una Monarquía renovada y animó a construir unidos el futuro

El nuevo Rey de España pronunció su alocución de casi media hora, ante una sesión conjunta del Congreso y el Senado y con la presencia de las principales autoridades del país

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por EFE

2014-06-19 6:30:00

Felipe VI subrayó en su discurso de proclamación que desde hoy encarna “una monarquía renovada para un tiempo nuevo” y animó a mirar hacia el futuro de un país que los españoles deben “seguir construyendo todos juntos”.

El nuevo Rey de España pronunció su alocución de casi media hora, ante una sesión conjunta del Congreso y el Senado y con la presencia de las principales autoridades del país.

“En esa España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos, caben todos los sentimientos y sensibilidades”, dijo el monarca.

“Caben las distintas formas de sentirse español, porque los sentimientos, más aún en los tiempos de la construcción europea, no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir”, recalcó.

El nuevo Rey, cuyas palabras fueron rubricadas en varias ocasiones con aplausos de las autoridades y representantes políticos presentes en la Cámara, abogó por una España en la que los ciudadanos “recuperen y mantengan la confianza en sus instituciones” y en la que “no se rompan nunca los puentes del entendimiento”.

En este contexto, se comprometió a buscar la cercanía de los ciudadanos, a “saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza”, para lo que, según destacó, la Corona debe “velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”.

“Hoy más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública”, señaló el monarca.

“Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos”, subrayó.

“Hoy es un día en el que me gustaría que miráramos hacia adelante, hacia el futuro, hacia la España renovada que debemos seguir construyendo todos juntos al comenzar este nuevo reinado”, dijo el nuevo monarca, tras rendir un homenaje de “gratitud y respeto” a su padre, don Juan Carlos, y su “reinado excepcional”, palabras que fueron con un aplauso.

En tono solemne, Felipe VI se comprometió con los parlamentarios a encontrar en él “a un jefe de Estado leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir, a aconsejar; y también a defender siempre los intereses generales”.

El nuevo Rey es consciente de que la monarquía parlamentaria “debe estar abierta y comprometida con la sociedad a la que sirve” y también consideró que “la independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas le permiten contribuir a la estabilidad” del sistema político español.

Dedicó asimismo un lugar relevante de su discurso a transmitir su “cercanía y solidaridad a todos aquellos ciudadanos a los que el rigor de la crisis económica ha golpeado duramente, hasta verse heridos en su dignidad como personas”.

“Tenemos el deber moral de trabajar para revertir esta situación y el deber ciudadano de ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables; y tenemos también la obligación de transmitir un mensaje de esperanza -especialmente a los más jóvenes-, de que la solución de sus problemas” y “la obtención de un empleo” sea “una prioridad” para el Estado, argumentó.

Además de insistir en la necesidad de “garantizar la convivencia en paz y en libertad de los españoles”, Felipe VI no se olvidó en su discurso de recordar la importancia del impulso de la investigación y la innovación para “ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye la principal preocupación de los españoles”.

El apoyo al medio ambiente, la cercanía de España a Iberoamérica y su compromiso con la construcción de “una Europa fuerte, unida y solidaria, que preserve la cohesión social”, ocupó también un lugar en sus primeras palabras como Rey, que concluyeron con un “muchas gracias” en las distintas lenguas cooficiales, tras proclamar: “Somos una gran Nación; creamos y confiemos en ella”.