Supuestos pandilleros quemaron hoy un autobús del servicio de transporte público en Tegucigalpa, la capital de Honduras, para exigir a los chóferes el pago de extorsiones, informó una fuente policial.
Un portavoz de la Policía Nacional, que no se identificó, dijo a periodistas que el hecho ocurrió en el barrio Miraflores de Tegucigalpa, donde el autobús estaba estacionado, y que según las primeras investigaciones “fue algo planificado por supuestos pandilleros” que exigen el pago de extorsiones.
Los agresores que viajaban como pasajero sin mediar palabras “rociaron (el autobús) con gasolina, le prendieron fuego y escaparon”, indicó citando versiones de testigos.
La misma fuente señaló que no fue necesario desalojar a ninguna persona y que no se han producido más daños materiales ni víctimas mortales.
Al menos 33 personas, incluidos pasajeros, chóferes y ayudantes del transporte, han muerto este año en Honduras en ataques contra autobuses, según un informe del estatal Comisionado de los Derechos Humanos.
Las autoridades atribuyen esos asesinatos a las pandillas juveniles que extorsionan a los transportistas con un denominado “impuesto de guerra” a cambio de dejarlos circular y no asesinarlos.