Hermano de mujer condenada por ser cristiana: “Debe ser ejecutada”

El hombre asegura que fue él quien denunció a su hermana, que dio a luz la semana pasada en la cárcel.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Agencias

2014-06-05 6:00:00

El hermano de la mujer sudanesa que enfrenta la pena de muerte por abandonar su fe islámica dijo que ella “debe ser ejecutada” si continúa siendo cristiana, según retoma el dailymail.co.uk.

Meriam Ibrahim, quien dio a luz a una hija en su celda la semana pasada, fue sentenciada a 100 latigazos y a morir en la horca, después que una corte la condenó por convertirse al cristianismo y por adulterio porque se casó con un hombre no musulmán.

Hoy su hermano Al Samani Al Hadi dijo a CNN que fue él quien denunció a su hermana ante las autoridades porque su familia es “gente musulmana”.

Pero Ibrahim, de 27 años, sostiene que su padre musulmán la abandonó cuando ella era joven, y que fue criada como cristiana por su madre etíope, quien pertenece a la iglesia cristiana ortodoxa.

“Es una de dos: Si ella se arrepiente y vuelve a nuestra fe islámica y regresa a la familia, entonces seremos su familia y ella es nuestra”, dijo el hombre.

“Pero si ella se rehusa, debe ser ejecutada, dijo a CNN.

La apelación exige la liberación de la Ibrahim, diciendo que el tribunal la juzgó cometiendo “errores de procedimiento”, dijo su abogado, Eman Abdul-Rahim.

Ibrahim, doctora calificada, fue puesta en prisión en septiembre, y a principios de mes fue sentenciada a muerte por apostasía (renunciar a su fe) y adulterio, por casarse con Daniel Wani en 2011, un sudanés cristiano con ciudadanía estadounidense que vive en Manchester, New Hampshire.

Como en muchas naciones musuolmanas, las mujeres en Sudán tienen prohibido el matrimonio con no musulmanes, aunque los hombres sí pueden casarse con mujeres de otra fe.

Ibrahim tiene un hijo de 18 meses, que vive con ella en la cárcel, donde dio a luz a un segundo hijo la semana pasada. Por ley, los niños deben seguir la religión de sus padres.

Un video muestra a Ibrahim con el recién nacido y su hijo Martin en el hospital de la prisión, donde dio a luz.

Viéndose feliz y relajada, el video muestra a Ibrahim amamantando al bebé, junto a Martin.

Amnistía Internacional condenaron la sentencia contra Ibrahim, calificándola de aborrecible, mientras que el departamento de Estado de Estados Unidos dijo que era “profundamente perturbado” por la sentencia.