Réplicas siguen afectando al norte de Chile, aumentan demandas de pobladores

La presidenta Michelle Bachelet sobrevoló la región y visitó unas pequeñas localidades agrícolas que quedaron aisladas debido a deslaves

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Reuters

2014-04-03 1:30:00

El norte de Chile seguía sufriendo el jueves las réplicas del terremoto que sacudió la zona dos días antes, mientras aumentaba el nerviosismo entre los pobladores por las viviendas dañadas, los caminos bloqueados y la demora en la restitución de los servicios públicos.

La presidenta Michelle Bachelet sobrevoló la región y visitó unas pequeñas localidades agrícolas que quedaron aisladas debido a deslaves.

“Son los más afectados porque estaban aislados, de hecho todavía no se puede llegar porque hay grandes derrumbes. Hay maquinaria trabajando pero todavía va a tomar un poquito más (de tiempo)”, dijo a periodistas la gobernante socialista desde la fronteriza Arica luego de visitar la localidad de Camarones.

Tras la réplica de magnitud 7.6 que en la medianoche volvió a activar las alertas de tsunami para toda la zona costera del mayor productor mundial de cobre, se han percibido decenas de movimientos, algunos con magnitudes superiores a 6.0.

Esa, que ha sido la réplica más fuerte tras el terremoto de magnitud 8.2 que el martes dejó seis muertos, activó por segunda noche seguida alertas de tsunami y la evacuación preventiva de los pobladores e incluso de la propia Bachelet, quien está en Arica desde el miércoles supervisando la entrega de asistencia y evaluando los daños.

“La gente ha seguido con calma las instrucciones. Fui evacuada como toda ciudadana y hemos venido acá para saber cuál es la situación actual”, dijo a periodistas la jefa de Estado en la madrugada desde la oficina regional de los servicios de emergencia.

A pesar de la intensidad del movimiento del miércoles cerca de la medianoche, no hubo reportes de víctimas ni daños de importancia, según las autoridades, que pidieron a las personas retornar a sus hogares poco más de dos horas después.

Tampoco se registró una importante variación en el oleaje, a diferencia del martes cuando la marea alcanzó cerca de dos metros, destruyendo barcos pesqueros y dejando daños en puertos y en infraestructura costera que aún no han sido contabilizados.

En tanto, medios de comunicación se hacían eco de denuncias de especulación en los precios de los alimentos, al tiempo que los habitantes de la zona alzaban el tono de su demanda por respuestas más rápidas para los cortes en los servicios públicos y de medidas para atender las viviendas dañadas.

La Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) informó que en las zonas afectadas los servicios de electricidad y agua están repuestos en más de un 70 por ciento.

Imágenes de televisión mostraban casas con daños estructurales, muros derrumbados y otros daños en sectores residenciales. Más de 2,600 viviendas fueron dañadas por el movimiento telúrico del martes, según las estimaciones preliminares.

En el puerto de Iquique, una ciudad de 180,000 habitantes, una buena parte de las pequeñas embarcaciones quedaron dañadas y los pescadores intentaban rescatar lo posible.

Una comisión de ministros del Gobierno llegó por su parte a la norteña localidad de Alto Hospicio, vecina a Iquique y una de las más golpeadas debido a la concentración de viviendas pobres, para intentar buscar soluciones a las miles de familias afectadas.

MINERÍA SIN IMPACTO

Hasta ahora, el terremoto del martes y las más de 260 réplicas de mediana magnitud que se han registrado no afectaron de forma importante a la minería, una crucial fuente de ingresos para Chile.

Collahuasi, una de las mayores minas de cobre del mundo y que se ubica en la región del epicentro del terremoto, dijo que continuaba con su proceso de normalización de sus operaciones luego de una evacuación preventiva de sus trabajadores.

Además, la minera explicó que sus despachos de concentrado de cobre no se han visto afectados por el cierre preventivo de su puerto ya que los próximos embarques están previstos para la próxima semana, cuando ya estaría reabierto el terminal.

Chile, al igual que otros países de la región andina, está en una zona altamente sísmica conocida como el “Anillo de Fuego” del Pacífico. La nación de 16 millones de habitantes ha sufrido una larga lista de sismos, entre ellos el de Valdivia en 1960, el más potente del que se tenga registro en el mundo.