Magistrado de la CSJ se suicida en Guatemala

Según los guardaespaldas, el magistrado les pidió un momento de privacidad para hacer una llamada dentro del vehículo y luego se disparó.

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elsalvador.com

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2014-03-02 7:00:00

GUATEMALA. El magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala, César Barrientos Pellecer, se suicidó ayer en el departamento de Suchitepéquez, en el sureste del país.

Pero el ministro de Gobernación (Interior), Mauricio López, puso en duda el suceso.

El Ministerio Público (MP) aclaró ayer tarde que Barrientos Pellecer murió de un solo disparo, no de dos tiros, como dijo horas antes la policía.

De acuerdo con la PNC, Barrientos se disparó durante la mañana del domingo en Mazatenango, cabecera departamental del departamento de Suchitepéquez, mientras se encontraba con sus guardaespaldas y, aunque fue trasladado a un hospital local, no fue posible salvarle la vida.

La versión de los dos agentes de seguridad de Barrientos, recogida por las autoridades, señala que el magistrado les pidió un momento de privacidad para realizar una llamada dentro del vehículo y unos minutos después se escucharon las dos detonaciones.

Los dos guardaespaldas han colaborado con las autoridades y no están detenidos, confirmó la Policía.

Barrientos, de 61 años, ocupó diversos puestos públicos dentro del Organismo Judicial de Guatemala y el Ministerio Público en sus 35 años de carrera profesional como abogado, según la CSJ. Su período como magistrado de la máxima institución judicial del país empezó en 2009 y culminaría en octubre de este año.

El hijo del magistrado, César Barrientos Aguirre (quien también es abogado), fue detenido el 17 de julio de 2013 en Mazatenango y enfrentará un juicio oral y público por el delito de trata de personas.

El ministro de Gobernación, Mauricio López, declaró ayer escuetamente que aún no hay “información concluyente” sobre la hipótesis del suicidio y sigue abierta la investigación.

Inicialmente, dos hipótesis tratan de explicar su determinación. Según un allegado a la familia, el magistrado recibía fuertes presiones de sectores que no identificó para encubrir actos de corrupción, extremo al que no accedió.

La segunda hipótesis es que Barrientos sufría una fuerte depresión después que su hijo quedara sujeto a juicio.

Según El País, de España, a esto se suma la acusación de que otros de sus hijos, utilizando el nombre y el prestigio del magistrado, ejercía presiones muy fuertes sobre los operadores de justicia para inclinar la balanza a favor de sus clientes.

—AGENCIAS.