Buscan entre escombros a más de 100 desaparecidos tras alud en Washington, EE.UU.

Los socorristas, que eran ayudados por perros, equipamiento para la remoción de tierra y aviones, no habían logrado encontrar a más personas en los escombros el martes por la mañana

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elsalvador.com

Por Reuters

2014-03-25 9:30:00

Rescatistas buscaban entre escombros llenos de barro el martes, mientras se disipaban las esperanzas de encontrar a más sobrevivientes entre decenas de personas aún desaparecidas tras un devastador alud el fin de semana en el estado de Washington, en Estados Unidos, que mató al menos a 14 personas.

Cerca de una decena de trabajadores siguieron buscando durante la noche a las 176 personas reportadas como desaparecidas tras el colapso de la ladera de un cerro que arrasó con numerosas casas cerca de Oso la mañana del sábado después de fuertes lluvias, afirmó el responsable del condado de Snohomish, John Lovick.

Los rescatistas trabajaban con urgencia debido al temor de una inundación, dado que los niveles del agua se elevaron detrás de una frágil represa de barro y escombros vertidas en la bifurcación norte del Río Stillaguamish por el deslave en un área junto a la carretera estatal 530, a cerca de 90 kilómetros al noreste de Seattle, en el estado del noroeste del Pacífico.

Las autoridades esperaban que el número de personas que figuran como desaparecidas bajara debido a que posiblemente habían sido contadas dos veces o habían demorado en alertar a familiares y funcionarios sobre su paradero.

Los socorristas, que eran ayudados por perros, equipamiento para la remoción de tierra y aviones, no habían logrado encontrar a más personas en los escombros el martes por la mañana.

“Este es un momento extremadamente difícil y emotivo para las familias y amigos de aquellos impactados por el deslave en Oso”, afirmó en un comunicado el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee.

“Los familiares están de duelo, intentando concentrarse en encontrar a seres queridos desparecidos o trabajando en el proceso de reconstruir lo que se perdió”, agregó Inslee.

El presidente Barack Obama, que el lunes estaba en Europa para una reunión con líderes mundiales, firmó una declaración de emergencia en que ordenó la ayuda gubernamental para complementar los esfuerzos estatales y locales, dijo la Casa Blanca.

Más de 100 propiedades fueron alcanzadas por el alud y ocho personas estaban heridas.

Un niño de un año y diez meses resultó herido y permanecía en condición crítica en el centro médico de Harborview, en Seattle, tras ser trasladado en helicóptero junto a su madre, que también resultó lesionada, informó el hospital el martes por la mañana.

Un informe remitido por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército en 1999 que remarcó “el potencial de una gran falla catastrófica” fue una de muchas alertas emitidas sobre el área donde ocurrió el desastre, informó el diario local The Seattle Times.

La inestabilidad del suelo forzó a los rescatistas a suspender sus esfuerzos al crepúsculo del domingo. Algunos de ellos, que estaban enterrados en el barro hasta la altura de sus axilas, tuvieron que ser arrastrados fuera del fango.

Los socorristas también se vieron obligados a retroceder por un breve período el lunes desde el borde occidental del área del deslave luego de que se detectó un movimiento de tierra a lo largo de un tramo de 460 metros.