QUITO. El gobernante de Ecuador, Rafael Correa, pidió ayer la renuncia a todos sus ministros porque quiere “oxigenar” el gabinete, luego del revés electoral que sufrió el domingo en las principales ciudades del país andino.
La oposición le ganó las alcaldías de la capital Quito y la ciudad industrial de Cuenca y mantuvo el control de la capital económica y ciudad portuaria de Guayaquil, en un revés para el Gobierno.
Los resultados de los comicios llevaron a Correa, presidente del partido Alianza País, a reconocer los errores cometidos en la promoción de las candidaturas en la nación y en la gestión local de su partido, al que acusó de caer en el sectarismo.
“El problema no es el Gobierno, se pudo ganar muchas más plazas, pero es la estructura, es Alianza País, no es el Gobierno, pero en todo caso creemos que sí se necesita una oxigenación”, agregó al señalar que la medida estaba analizando antes de elecciones.
Además anunció que reestructurará las directivas del partido en provincias donde no se evidenció un adecuado trabajo.
Correa lamentó mucho la pérdida de la capital ecuatoriana que quedó en manos del opositor Mauricio Rodas porque “Quito es básico para la gobernabilidad”.
El gobernante izquierdista solicitó la dimisión general en una reunión que mantuvo ayer con los secretarios de Estado en el Palacio de Gobierno, en el centro de Quito.
En la cita no se definía los cambios en el gabinete, los cuales serán anunciados en los próximos días, adelantó el secretario Jurídico, Alexis Mera, en declaraciones divulgadas por el diario estatal El Telégrafo.
El gabinete de Correa está conformado por ocho secretarios, seis ministros coordinadores y 21 ministros sectoriales, entre los que destacan el del Interior, José Serrano; la de Defensa,Fernanda Espinosa; el canciller Ricardo Patiño, entre otros.
El último cambio importante de ministros (seis) se realizó a fines de abril de 2013, previa la posesión del gobernante izquierdista para su tercer mandato consecutivo en mayo del mismo año, el cual concluirá en 2017.
Sobre la derrota
Analistas concuerdan en ver la pérdida de ciudades clave como una derrota del ala de izquierda al interior del gobierno, encabezada por el alcalde saliente de la capital, Augusto Barrera.
Julio Echeverría, catedrático y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, opinó que Correa “minimiza” los resultados electorales al enfocar su atención en la capital. “No advierte que el fenómeno no solo se reduce a Quito, sino que se reproduce en el país … y que Alianza País pierde en las ciudades más populosas”.
Agregó que “es necesario un giro sustantivo de la orientación de fondo del modelo impulsado por Correa, no es necesario solamente cambios de personal político o de ajustes en la estructura del movimiento, sino de un desafío más grande de una modificación sustantiva”.
“Correa no ha logrado endosar su popularidad a los candidatos municipales y esta derrota demuestra que su movimiento no necesariamente se ha consolidado y que los ecuatorianos seguimos votando más por personas que por ideologías”, explicó Daniel Montalvo, director del Centro de Estudios Globales de la Universidad San Francisco.
Más allá del resultado, el analista sostuvo que Correa hizo una apuesta arriesgada al convertir esta elección en un anticipado voto de confianza o censura de su gobierno, cuando todavía restan tres años para las presidenciales. El mandatario está inhabilitado por ley para presentarse para un nuevo período.
—AGENCIAS