CARACAS. Una protesta convocada ayer por la oposición al gobernante de Nicolás Maduro terminó con un saldo trágico. La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, confirmó la muerte a tiros de dos personas, 23 heridos y 25 detenidos en Caracas y las principales ciudades del país.
En la protesta también participaron estudiantes universitarios que exigían al gobierno seguridad ciudadana, cese la represión y la criminalización de las protestas. También reclamaron “contra el desastre” que está sufriendo el país debido a la inflación y la falta de productos básicos.
“Maduro, cobarde, libera a los estudiantes”, “Nos roban, nos matan y el gobierno no hace nada” o “¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!”, fueron algunas de las consignas que gritaron los estudiantes, que colmaron varias de la capital.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, atraviesa una severa crisis económica marcada por una inflación de 56.3 % y una escasez de 28 % de productos y alimentos básicos en enero, mientras que la violencia criminal deja, según cálculos oficiales o de ONG, entre 39 y 79 homicidios por cada 100,000 habitantes, respectivamente.
“Estamos marchando porque queremos la libertad de nuestros compañeros presos, pero también por la situación del país, el deterioro de la economía, la escasez que nos tiene hartos y la inseguridad”, dijo Daniela Muñoz, estudiante de medicina en la Universidad Central de Venezuela.
La protesta de los opositores se realizó de manera separada a la “contramarcha” que hicieron varios miles de oficialistas en el centro de la ciudad para, según alegaron, conmemorar el bicentenario de la batalla que protagonizó un grupo de jóvenes por la independencia de Venezuela.
Varios videos subidos a Twitter mostraron que la represión policial fue muy dura. Aparentemente, los manifestantes opositores fueron atacados por grupos encapuchados que se desplazaban en motos. La oposición culpó de estos ataques a los sectores oficialistas.
Jhorman Valero, primo de uno de los fallecidos, confirmó que su familiar identificado como Bassil Alejandro Da Costa, de 24 años, estudiante de Mercadeo de la Universidad Alejandro de Humboldt de Caracas, murió tras ser alcanzado en la cabeza por un disparo luego de participar en una protesta opositora.
Valero, de 23 años, relató a la AP que tras retirarse de una protesta opositora su primo Da Costa y él fueron interceptados por unos hombres, con los rostros descubiertos que portaban chaquetas negras y pantalones blue jean, que “empezaron a arremeter (disparar) desde una esquina…y le dieron en la cabeza” a Bassil.
El joven confirmó que otro de sus primos, Neizer Arellano, que participó también en la marcha opositora, sufrió una herida de bala en una pierna y fue ingresado en un centro hospitalario de la capital.
William Jiménez, director de la comisión de derechos humanos del Colegio de Abogados de Caracas, confirmó que en el cercano hospital Vargas también fueron trasladados tres estudiantes heridos de bala, todos ellos estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, la mayor y más antigua del país.
Sobre la otra persona muerta, el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello dijo, durante un acto en la ciudad central de La Victoria que difundió la televisora estatal, que un líder de un colectivo oficialista que opera en la popular barriada capitalina del 23 de Enero fue asesinado tras una manifestación que realizaron opositores en el centro de Caracas. Cabello no identificó a la víctima. Dijo que fue una “provocación de la derecha”.
El miembro del colectivo muerto fue trasladado a la clínica privada La Arboleda, que está rodeada por agentes de la policía municipal de Caracas, confirmó la prensa.
El líder de la formación opositora Voluntad Popular, Leopoldo López, y la diputada María Corina Machado, líderes del ala de la oposición partidaria de tomar la calle para presionar para lograr una nueva convocatoria de elecciones, se desmarcaron de la violencia a través de esa emisión y afirmaron que fue el Gobierno a través de sus bandas parapoliciales el que provocó la violencia.
El ministro de Exteriores, Elías Jaua, acusó a López, de ser el “responsable intelectual de la muerte y de los heridos en Caracas”. “El Estado no tiene más excusas para castigar a este asesino”, añadió. “El fascismo se corta por la cabeza. Nuestra Patria merece paz y vida”, dijo a través de Twitter.
En otras ciudades como San Cristóbal, Valencia, Mérida, Puerto Ordaz, Barcelona y Maracaibo también la oposición realizó marchas que se desarrollaron de manera pacífica.
Censura
Mientras todo eso sucedía, la televisión venezolana no emitía en directo las imágenes en un claro indicio de autocensura.
Según medios locales, entidades oficiales obligaron a las emisoras a poner música.
El canal internacional NTN24 era el único que transmitía lo que estaba ocurriendo en Caracas.
Pero William Castillo, presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, el ente regulador, advirtió que el tratamiento de algunos medios de las protestas podría ser sancionado por “promover la violencia”.
Ante esto, el canal colombiano de noticias NTN24, que transmite por cable en Venezuela, fue sacado del aire en momentos en que informaba sobre los disturbios.
El canal colombiano ha sido descalificado en varias oportunidades por el gobierno venezolano que considera que su línea editorial hace oposición a la Revolución Bolivariana.
NTN24 aún se puede ver en DirecTV en otros países y algunos venezolanos han optado por verlo a través de su canal en vivo de YouTube.
Las protestas se realizaron un día después que se registraron acciones violentas en Mérida en las que resultaron heridos dos hombres y una mujer. —AGENCIAS