En Costa Rica, la izquierda “sueña” con hacerse con el poder el próximo 2 de febrero, dice una publicación del periódico español El País.
En ese país el candidato del izquierdista Frente Amplio es José María Villalta, quien se disputa las preferencias electorales con el oficialista Johnny Araya, del centrista Partido Liberación Nacional (PLN), de la actual presidenta Laura Chinchilla.
“En Costa Rica, uno de los países más prósperos de esta región en vías de desarrollo, la economía no marcha de la mejor manera y por eso la izquierda, en la versión socialdemócrata del Frente Amplio, aspira a llegar la presidencia por primera vez en su historia”, apunta El País
Las encuestas muestran dos versiones del ambiente preelectoral: algunas reflejan que los costarricenses se decantan por Araya y le dan una ventaja de 9 puntos sobre Villalta, como la realizada por CID-Gallup. Otras indican que es el izquierdista el que encabeza los apoyos por una diferencia de 2 % sobre el oficialista.
En lo que sí convergen los sondeos es en que habría una segunda vuelta electoral, debido a que ninguno alcanza el 40 % de los votos requerido por la ley.
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Para ver si logra pescar más votos, Johnny Araya presentó ayer dos programas denominados “Costa Rica Solidaria” y “Vivienda y mejoramiento de barrios”, con los que pretende erradicar la pobreza extrema.
Araya destacó las iniciativas como “programas estrella” de un eventual Gobierno suyo, y criticó a las últimas administraciones por el estancamiento de la pobreza (en alrededor de un 21 %), el crecimiento de la desigualdad, y por fallos en planes sociales.
El primero de los proyectos presentados, y que lleva por nombre “Programa Costa Rica Solidaria”, consiste en brindar un bono alimentario mensual de aproximadamente $38 por persona que viva en pobreza extrema en las zonas rurales, y de $40 para los de zonas urbanas.
Con ese dinero se pretende que las personas en pobreza extrema puedan pagar las tres comidas básicas diarias.
Según datos oficiales presentados por el candidato, en Costa Rica existen en total 399,722 personas en pobreza extrema (cerca del 6 % de la población), 160,540 viviendo en las zonas urbanas y el resto en las rurales.
El monto de inversión en los dos proyectos rondaría, los $625 millones en el periodo 2014-2017 y se financiarían de fondos de entidades públicas y del presupuesto.