Miles se quedan sin dar el último adiós a Mandela

El entierro será mezcla de pompa y tradición donde miles le rendirán tributo al líder antirracial

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elsalvador.com

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2013-12-13 7:00:00

SUDÁFRICA. Unas 100,000 personas hicieron fila ayer con la esperanza de ver los restos de Nelson Mandela, que se mantenían por tercer y último día en capilla ardiente, pero casi una tercera parte de la multitud se vio obligada a retirarse sin ver a su líder fallecido.

Muchos de los frustrados dolientes trataban de soportar el llanto de frustración en el último día de funerales para el expresidente.

Una escolta militar se llevó el ataúd de Mandela al Hospital Militar 1 en Pretoria. El icono contra el “apartheid” será trasladado hoy en avión a su poblado natal en Qunu, en Cabo del Este, donde será sepultado mañana.

Cientos de personas vitorearon y algunos comenzaron a cantar cuando el cortejo de Mandela se retiró ayer por la tarde de la sede del gobierno de Pretoria.

“Fue increíble”, dijo Keneilwe Mohapi, quien observaba junto con su madre cuando se retiraba la caravana, de tamaño impresionante. “Es un honor decirle adiós apropiadamente”.

“Estoy en duelo pero también agradecido”, dijo el hombre de 27 años. “El cambió mi vida”, acotó.

Antes de que los militares se llevaran el féretro, la muchedumbre rompió una cerca policial a la vez que suplicaba a gritos para ver los restos del exmandatario.

Algunos dolientes cayeron al suelo en medio de la estampida y hubo algunos heridos leves. El gobierno informó que unas 92,000 personas acudieron al lugar y que se tuvo que cerrar un estacionamiento cercano debido al tamaño de la multitud.

Los organizadores repartieron botellas de agua y dejaron pasar primero a las personas de mayor edad y a las mujeres con niños.

Algunos de los que lograron ver a Mandela en el anfiteatro del complejo de Edificios de la Unión, estallaron en sollozos de ver a su líder “antiapartheid”, en un féretro.

Elizabeth Leening dijo que se levantó a las tres de la mañana. “Hicimos fila cuatro horas para ver a Madiba”, dijo.

Mandela, quien estuvo 27 años preso durante el régimen segregacionista y luego fue presidente, falleció el 5 de diciembre en su vivienda en Johannesburgo tras una larga enfermedad, a los 95 años.

Uno de los líderes de la igualdad de derechos para los negros en Estados Unidos, el reverendo Jesse Jackson, también desfiló ante el ataúd de Mandela y se le vio tratando de consolar a una mujer que estaba abrumada por la emoción.

La presidencia sudafricana informó que el presidente Jacob Zuma autorizó el despliegue de 11,900 efectivos militares para ayudar a la policía a mantener el orden.

Volverá a su aldea

La casa en la que Nelson Mandela creció en una zona rural en la década de 1920 tenía paredes de adobe, techo de paja y piso alisado con estiércol de vaca.

Cuando las multitudes lleguen mañana a la localidad donde Mandela será sepultado, visitarán un lugar sencillo lleno de hábitos antiguos, pero que se ha convertido en el centro de una gran operación de estado para honrar al dirigente de la lucha contra el “apartheid”.

Obreros de la construcción trabajaban a toda prisa a fin de terminar los preparativos en la zona.

En la extensa propiedad de Mandela, los trabajadores erigían una estructura temporal con asientos.

Otras cuadrillas se apresuraban a terminar la pavimentación de una nueva carretera frente a la casa de Mandela, desde Qunu, donde vivió, a Mthatha, la ciudad con el aeropuerto más próximo en la provincia del Cabo Oriental.

Helicópteros militares sobrevolaron la zona ayer en tanto que fuerzas de seguridad patrullaban los caminos.

Algunas unidades hicieron maniobras en antelación a la ceremonia de bienvenida del féretro de Mandela, prevista para hoy, después de su traslado desde Pretoria, la capital.

Varios vehículos blindados militares rodean la propiedad de Mandela que tiene una cerca. Una topadora amarilla aplanaba un camino de tierra detrás de la casa de Mandela, cerca de donde pastaban las vacas.

La mayor parte de Qunu está distante varias décadas de la modernidad actual. Muchas casas, pintadas de verde, rosa y amarillo, son estructuras de una sola pieza con techos de paja o láminas galvanizadas.

Un ritual para “Madiba”

Para el entierro de Mandela, el clan thembe de la tribu xhosa, al que perteneció, oficiará un ritual ancestral sobre su cuerpo para que los antepasados sepan que “Madiba” ha vuelto a su hogar y deben conducirlo junto a ellos.

El rey del clan themba, Buyelekhaya Dalindyebo, encabezará el grupo de líderes tradicionales que dará la bienvenida a “Madiba”, según explicó el portavoz y amigo íntimo de la familia de Mandela, Bantu Holomisa, a la agencia oficial de noticias SAnews.

Esto garantizará que Mandela sea enviado al mundo de sus ancestros, añadió.

Los hablantes xhosa se dividen en varios grupos, entre los que se incluyen los del clan thembu, del que Mandela es miembro. “El rey, junto a los ancianos de la familia, los Dlomos, darán la bienvenida a Madiba”, señaló Holomisa.

Durante la ceremonia, Mandela será llamado por su nombre en el clan, “Dalibhunga”, que recibió tras pasar por un ritual de iniciación a los 16 años.

Dalindyebo gritará “Aaah! Dalibhunga” tres veces, como una forma de saludar su vuelta a Qunu, lugar donde será enterrado mañana y donde creció.

El ritual que acompañará el espíritu de Mandela incluirá el sacrificio de un buey a primera hora de hoy, antes de recibir su cuerpo, que será trasladado en avión desde la base aérea militar de Waterkloof en Pretoria.

El traslado de Mandela será una ceremonia que combinará la pompa militar de un funeral de Estado con los rituales tradicionales de los xhosa.

Al día siguiente del funeral, la familia Mandela celebrará una ceremonia de “depuración” en la que se sacrificará una oveja y una semana más tarde habrá otra ceremonia llamada “ukuhlanjwa kwepeki” (que significa lavar el equipo usado para cavar las tumbas), otra práctica común en la cultura xhosa. —AGENCIAS