CARACAS. Las imágenes de una avioneta derribada que con orgullo subió un jefe de la Aviación Militar Bolivariana a la red social Twitter han puesto en alerta al Gobierno mexicano.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana ha pedido explicaciones al Ejecutivo venezolano a través de una nota diplomática al descubrirse que la aeronave tiene matrícula mexicana.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, mencionó ayer que hacen falta datos sobre el caso, pues no saben cómo ocurrieron los hechos ni si hay mexicanos vinculados con alguna responsabilidad.
Según la versión del funcionario mexicano, el gobierno de Venezuela pidió a los tripulantes de la aeronave bajar a tierra, y posteriormente la condujeron hasta una zona que se desconoce y procedieron a quemarla.
El avión era propiedad de Jorge Salazar Ochoa, residente en Colima, al este del país, según el certificado de aeronavegabilidad de la Dirección General de Aeronáutica Civil al que ha tenido acceso el diario mexicano Reforma. La base de la avioneta, fabricada en 1969, estaba en la ciudad de Monterrey, al norte.
Además, estaba autorizado para realizar transporte privado de pasajeros y su capacidad era de ocho pasajeros más dos tripulantes.
La cancillería de México informó ayer tarde que Venezuela le notificó que “los ocupantes abandonaron la aeronave antes de su inhabilitación”, aunque no precisó si fueron detenidos o huyeron. Tampoco aclaró si los tripulantes eran mexicanos o no.
Por su parte, informes procedentes de Caracas señalaron que la aviación militar venezolana detectó y derribó a las a las 22:36 horas un bimotor modelo Hawker 25 con matrícula XB-MGM, unas iniciales que corresponden a México.
El avión fue “inmovilizado” cerca de la población de Buena Vista del Meta, en el estado occidental de Apure, cerca de la frontera con Colombia, según informó el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada, Vladimir Padrino.
“Este incursor aéreo fue inmovilizado por medios aéreos de nuestra AMB, 7 MN al norte Buena vista del Meta, Edo. Apure”, escribió el militar venezolano en un segundo tuit acompañado de una fotografía de la aeronave destruida.
La aeronave despegó de la ciudad de Querétaro, informó el secretario de Desarrollo Sustentable de ese estado, Marcelo López.
Según el funcionario, el destino final de la aeronave eran las Antillas Holandesas, por lo que debió de abastecerse de combustible en algún punto intermedio.
López no reveló la lista de pasajeros de la aeronave.
Amenaza de Maduro
El gobernante venezolano, Nicolás Maduro, no ha dado explicaciones sobre la operación, pero en un acto del Gobierno retransmitido de forma obligatoria por radio y televisión ha dicho que son ya 30 las avionetas derribadas por las Fuerzas Armadas por su supuesta vinculación con las redes del narcotráfico, informó la agencia Efe.
“Vamos a combatir con todo, que lo sepan quienes lo saben y quienes no lo sabían que lo vayan sabiendo”, advirtió.
En octubre pasado, Maduro anunció que derribaría los aviones que utilicen el espacio aéreo venezolano para traficar con drogas, de acuerdo a la Ley de Interceptación Aérea.
“Que sepa el narcotráfico internacional que a partir de hoy cualquier nave que entra a Venezuela (a traficar) va a ser conminada a aterrizar en paz, sino va a ser derribada por nuestros (cazas) Sukhoi, por nuestros F-16 y toda la aviación militar venezolana”, advirtió en un acto con militares.
Indicó que el reglamento para la aplicación de la Ley de Interceptación Aérea le da potestad para derribar “cualquier nave”.
Venezuela es considerada por Naciones Unidas como país no productor de drogas, pero señalada como lugar de tránsito del narcotráfico.—AGENCIAS.