Cocinan testículos como plato fuerte en festival de Serbia

Alrededor de un millar de personas, la mayoría del extranjero, asisten a este festival que reúne el doble del número de habitantes de Lunjevica

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elsalvador.com

Por Agencias

2013-09-05 5:00:00

En Lunjevica, un pueblo situado en Serbia central, se lleva a cabo la edición del festival de cocina de criadillas o testículos, en donde en más de 20 locales ofrecen estos exóticos platos en diferentes presentaciones.

“En nuestra región, los testículos se han cocinado siempre: nuestros padres los preparaban y antes nuestros abuelos”, dice Dragan Todorovic, un granjero de la región de Lunjevica.

Este año entre los equipos hay por primera vez uno de mujeres que cocinan guisos de criadillas de distintos animales: carneros, terneros, toros, asnos o caballos.

“Los franceses alardean del Tour de France, y nosotros de bolas”, bromea Dragan Todorovic mientras corta en rodajitas los testículos de caballo que presentará al jurado una vez cocinadas.

Desde hace 10 años, alrededor de un millar de personas, la mayoría del extranjero, asisten a este festival que reúne el doble del número de habitantes de Lunjevica.

“Es una locura total, quería venir como fuera”, dijo el alemán André Niediek, chef en un restaurante de la ciudad de Colonia, mientras mezcla en una marmita su guiso de testículos de toro. El secreto para preparar un buen plato de criadillas es, según él, dedicarle tiempo.

Algunos de los participantes aseguran que sus platos estimulan la libido de los hombres porque rebosan de la testosterona original de los genitales.

“Pero, ¡ojo! que se han de cortar en diagonal para que no pierdan su efecto afrodisíaco”, advierte el participante Zdravko Djuric.

El humor está omnipresente. Empezando por el cartel del festival, un dibujo que muestra un chef cocinando sus propios genitales en un puchero hirviendo, con innumerables chistes y juegos de palabras que comprenden todos los sinónimos posibles del órgano protagonista de la manifestación.

La cineasta estadounidense Anna Wexler, es la única mujer en el panel de cuatro jueces. Desde su primera visita en 2009, viaja todos los años desde Boston, para asistir al festival.

Después de ser anunciado el ganador, en un ambiente cordial, todos los participantes degustan juntos un cóctel en el que un testículo de cordero asado reemplaza a la tradicional aceituna.

Con información de mundofox.com y jornada.unam.mx