MÉXICO. Mientras los equipos de rescate seguían buscando ayer víctimas del descarrilamiento de La Bestia -el tren de carga que recorre México y que utilizan inmigrantes indocumentados para llegar a los EE. UU.-, las autoridades locales apuntaban ayer al saqueo de las vías – “ayudado” por el exceso de carga y las lluvias- como responsable del descarrilamiento.
Hasta el cierre de esta nota, la cifra confirmada de víctimas subió a 7, con el fallecimiento de un joven de 22 años a El Universal confirmó la directora del Hospital Regional Valentín Gómez Farías, Nereyda Santos Ramírez.
El joven fallecido no ha sido identificado aún, indicó Ramírez. Resaltó que en el nosocomio hay otros tres migrantes en estado de salud grave, pero estables clínicamente.
El descarrilamiento del tren de carga conocido como La Bestia ocurrió la madrugada del domingo en los límites entre Veracruz y Tabasco.
De las 7 víctimas autoridades confirmaron que 6 son hondureños. Además, hay 22 heridos de los cuales se informó que 4 son guatemaltecos y habría más hondureños.
La Cancillería de El Salvador confirmó ayer que los salvadoreños que viajaban en el tren están en “buenas condiciones de salud”. El viceministro para Salvadoreños en el Exterior, Juan José García dijo que “afortunadamente (…) podemos confirmar que no hay ningún ciudadano salvadoreño fallecido, ni golpeado ni herido en este fatal accidente”.
Audomaro Martínez Zapata, ministro de Seguridad Pública del estado de Tabasco, en declaraciones recogidas por la BBC, explicó, la infraestructura fue “saqueada” por ladrones, que se llevaron clavos y placas metálicas de las vías.
“Lo que pasó fue que se reblandeció la tierra, efectivamente, pero falló porque faltaban ahí unas zapatas de la vía, eso fue lo que falló, (por esto) el tren estaba compuesto de doce vagones y ocho se descarrilaron”, aseguró Martínez Zapata, en declaraciones recogidas por el diario Milenio.
En esta misma línea, trabajadores de la empresa Ferrocarril del Istmo aseguraban que el accidente se produjo por dos causas: el reblandecimiento de la tierra por las lluvias y el robo de placas de acero que fijan los durmientes con las vías, según aseguraba una fuente municipal citada por el Universal.
Se calcula que unos 250 indocumentados centroamericanos viajaban sobre las góndolas que descarrilaron y teme que el número de muertos pueda aumentar, cuando remuevan los vagones y las toneladas de chatarra que cayeron tras el descarrilamiento. —AGENCIAS.