BOGOTÁ. El ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, hizo ayer un llamamiento a los terroristas para que se desmovilicen, al confirmar la muerte de dos importantes cabecillas de las FARC y la rendición de otro en una operación en el suroeste del país.
“Vienen se presentan y entregan sus armas y pueden reencontrase con sus familias y con el futuro” señaló Pinzón en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca (suroeste).
Allí, Pinzón confirmó que en una operación conjunta del Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea desarrollada en una zona montañosa de Toribío, departamento del Cauca, murieron el comandante del 6to. Frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su segundo.
En la acción militar murieron Manuel Ángel Cardona, alias El Burro, quien según las autoridades dirigía el 6to. Frente, y su segundo al mando, Arley Medina Prado, alias Jaimito, aseguró el ministro.
Pinzón agregó que producto de los combates, también se rindió otro terrorista que estaría encargado de la seguridad de El Burro y Jaimito y del que no se entregaron mayores detalles.
Medios locales dijeron que en la operación también murió un miembro de la Fuerza Aérea al ser alcanzado por un disparo de los terroristas al helicóptero en el que estaba, pero ni el ministro ni ninguna otra autoridad han confirmado esa versión.
Según el ministro, acciones como la llevada a cabo contra las FARC, que calificó de “magistral”, buscan “liberar al pueblo colombiano y a comunidades específicas” afectadas durante décadas por grupos terroristas y delictivos.
En la zona donde murieron los dos terroristas, “tristemente recordados” porque dirigieron y participaron en acciones que afectaron a la población civil, a la Policía y al Ejército, continúan las operaciones militares, agregó.
Destacó, igualmente, que desde que el presidente Juan Manuel Santos llegó al poder, hace tres años, han muerto al menos 46 comandantes de las FARC, incluidos dos miembros del mando central.
La muerte de El Burro y Jaimito en operaciones militares se unen a las que en las últimas semanas permitieron dar de baja a alias Zeplin y Caliche.
La operación militar de ayer coincide con el viaje de los negociadores del Gobierno a La Habana, para una nueva ronda de negociaciones con las FARC con el objetivo de poner fin a medio siglo de conflicto armado.
El sábado, Santos envió a las FARC un mensaje de compromiso con el diálogo, pero reiteró que no se bajará la guardia en la lucha contra los terroristas. —AGENCIAS.