Estados Unidos alertó a los estadounidenses para que no viajen al extranjero hasta el 31 de agosto, debido a una amenaza terrorista no especificada de Al-Qaeda, informan medios internacionales.
En un comunicado, el Departamento de Estado aseguró que la probabilidad de que ocurran actos terroristas es particularmente alta en Oriente Medio y el Norte de África. Advierte además que un ataque podría ocurrir o provenir de la Península Arábica.
Según el anuncio oficial Al-Qaeda y sus organizaciones afiliadas “continúan planeando ataques terroristas, tanto en la región como fuera de ella”.
La alerta de viaje se produce un día después de que EE.UU. anunció que cerraría sus embajadas y consulados de todo el mundo musulmán el próximo domingo.
El Gobierno estadounidense decidió cerrar sus sedes diplomáticas en todo el mundo musulmán tras recibir una amenaza no especificada, informaron autoridades.
Funcionarios del Departamento de Estado dijeron el jueves que se trata de un “exceso de precaución”.
La portavoz Marie Harf citó información que indicaba una amenaza contra las instalaciones estadounidenses en el extranjero y dijo que algunas instalaciones diplomáticas podrían permanecer cerradas más de un día.
Otros funcionarios estadounidenses dijeron que la amenaza era en el mundo musulmán, donde el domingo es día de trabajo. Misiones diplomáticas estadounidenses en Europa, América Latina y muchos otros lugares no abren en domingo.
Los funcionarios hablaron bajo la condición del anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente sobre el asunto.
El Departamento de Estado emitió una advertencia importante el año pasado para poner en aviso a instalaciones diplomáticas estadounidenses en el mundo musulmán sobre la violencia potencial relacionada con el aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Decenas de representaciones estadounidenses fueron asediadas por protesta por un video que criticaba al Islam y que fue hecho por un residente de Estados Unidos.
En Bengasi, Libia, el embajador estadounidense y otros tres ciudadanos murieron cuando extremistas atacaron una oficina diplomática.