Vecinos habían denunciado a “El Muco” como narco en la zona

Los medios hondureños relatan que el capo obligaba a pobladores a trasegar droga y si se negaban los mataba

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elsalvador.com

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2013-08-06 9:00:00

HONDURAS. Las fechorías de “El Muco” en La Mosquitia no eran nuevas para los pobladores de esa zona, quienes ya habían advertido que asesinaba a los que no querían trasegar drogas, según han publicado medios hondureños.

El periódico La Tribuna consignó el pasado 1 de agosto que los habitantes habían vuelto a denunciar a “un ciudadano de origen nicaragüense, que está matando a más hondureños en la zona, solo porque no le obedecen a trasegar la droga a otras regiones centroamericanas”.

Ese hombre fue identificado por las autoridades como Víctor Javier Francis o Juan Carlos Villalobos Quiroz, alias “El Muco” o “Misco”, nombres que utilizaba tanto en Honduras como en Nicaragua, quien habría resultado muerto en el enfrentamiento y su cuerpo trasladado a su país de origen, de acuerdo con medios locales.

El Heraldo cita declaraciones del viceministro de Defensa, Carlos Funes, en las que asegura el cuerpo de “El Muco” fue rescatado por sus compinches y llevado hacia Nicaragua, por lo cual hacen las gestiones con el vecino país para tener detalles del lugar donde lo trasladaron.

El periódico también publicó que “El Muco” residía en su lugar de origen, pero viajaba a La Mosquitia “donde sembraba el terror entre los pobladores”. Y reseña que hace unas semanas, autoridades del Ministerio Público y las Fuerzas Armadas de Honduras realizaron varios allanamientos en busca de “El Muco”, pero no dieron con su paradero y solo lograron decomisar armas de diferentes calibres.

Según el medio, la Secretaría de Defensa reveló que “El Muco” tenía una orden de captura y aunque las autoridades andaban tras su búsqueda, hasta el momento no habían podido detenerlo. “Estamos verificando si el capo famoso que habría muerto es al que se le daba seguimiento y las autoridades en Nicaragua nos dan el apoyo en el caso”, dijo René Osorio, jefe de las Fuerzas Armas.

La Tribuna también publicó que los lugareños se quejaron que ante la falta de apoyo gubernamental en obras de desarrollo rural e inversión, la zona se ha vuelto atractiva para el crimen organizado, dirigido por el nicaragüense “quien ha sembrado el terror en el territorio”.

De acuerdo con ese medio, las bandas están vinculadas al tráfico de cocaína y heroína.

Pero también dice que “despojan de sus tierras a campesinos y pequeños ganaderos, utilizando todo tipo de argucias legales para acusarlos y llevarlos a la cárcel por delitos inexistentes, intimidándolos para abandonar sus tierras”.

La intención del “nica” es ser parte del proyecto de cultivos extensivos de palma africana destinado a la producción de biodiésel, excluyendo a los más vulnerables en la participación en este negocio, afirma La Tribuna.

Zona estratégica

La Tribuna añade que la banda utiliza las zonas de La Mosquitia, específicamente Palacios, así como el valle de Sico-Paulaya, en Colón, porque representan un punto estratégico en el comercio de drogas de Suramérica hacia los Estados Unidos.

Y remarca que aunque la droga llega al país por diferentes rutas, La Mosquitia es la que ha crecido en importancia para los narcos porque carece de vigilancia.

“El valle de Sico se vuelve importante para estos delincuentes, pues por un lado sus condiciones geográficas permiten el trasladado de droga a lo largo del río Paulaya, desde su desembocadura en Palacios, hasta llegar a Sico”, dice el artículo de La Tribuna.

Y detalla que el traslado de las drogas se realiza en lanchas con motor fuera de borda, que van desde cinco hasta 200 caballos de fuerza, cuyo recorrido anda en un promedio de una hora, llevando un peso equivalente a ocho personas.

También indic a que utilizan embarcaciones de madera de tamaño regular equipadas con un motor estacionario y que popularmente se les denomina “tuc-tuc”, en alusión al ruido que produce el motor.

El relato agrega que una vez que la droga llega a Sico, inmediatamente la cargan en carros “pick-up”, para trasladarla a otros lugares, donde se transborda en vehículos de mayor capacidad y velocidad como camionetas, de acuerdo a las zonas definidas por los jefes de los cárteles.