Papa confiesa a jóvenes

Instalaron medio centenar de pequeños toldos o carpas blancas que sirven de confesionarios

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elsalvador.com

Por Agencia AP

2013-07-26 9:00:00

El papa Francisco confesará el viernes a un grupo de jóvenes y se reunirá en forma privada con cinco reclusos, mientras las autoridades eclesiales deben dar explicaciones por problemas en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.

El pontífice, que mantiene una frenética agenda, salió temprano de su residencia y llegó a la llamada Quinta de Boa Vista, en el norte de la ciudad, un parque urbano con museos y donde se instalaron medio centenar de pequeños toldos o carpas blancas que sirven de confesionarios y en uno de los cuales Francisco recibirá la confesión de cinco jóvenes de distintas nacionalidades.

Una vez que concluya esa actividad, el santo padre irá en auto cerrado al Palacio Arzobispal para reunirse de forma privada con otros cinco jóvenes presos. El vocero del Vaticano, el padre Federico Lombardi, dijo la víspera que Francisco mantiene conversaciones telefónicas cada 15 días con jóvenes con problemas que están en Buenos Aires. Tales encuentros revelan “su deseo de estar cerca de la gente”.

“Estoy feliz que estamos a la mitad” de la Jornada Mundial, que comenzó el 22 de julio y concluirá el domingo, bromeó Lombardi. Destacó que la intensidad laboral ha sido la norma desde que Francisco llegó al cargo en marzo.

El portavoz también informó que no hay planes para que el pontífice viaje a Argentina en 2014, gira que era ampliamente esperada. Indicó que Francisco planea visitar otro continente dado que ya estuvo en Brasil y anunció de forma imprevista el miércoles pasado que retornará en 2017, cuando se cumplen 300 años del descubrimiento de la figura de la virgen de Aparecida, la patrona de Brasil.

El vocero también minimizó algunos cuestionamientos a los problemas logísticos de la Jornada Mundial, como que se cambió el lugar de la misa del domingo desde la localidad de Guaratiba a la playa de Copacabana debido a las lluvias que convirtieron la explanada de la misa en un gran lodazal.

También ha habido problemas para el transporte de los peregrinos por fallas eléctricas en el sistema del metro y faltan buses.

Pero el padre canadiense Thomas Rosica, un asistente del vocero del Vaticano, dijo que ha habido problemas similares en distintos países, incluyendo en el suyo, cuando la Jornada se realizó en Toronto en 2002. En aquella ocasión hubo una enorme tormenta que afectó a los jóvenes peregrinos que estaban en una vigilia.