Una tormenta de nieve nocturna en el noroeste de Europa obligó al cierre del aeropuerto de Fráncfort, causó atascos de tránsito sin precedentes en Bélgica, y obligó a conductores británicos y franceses a dormir en sus autos.
Los despegues y aterrizajes en el tercer mayor aeropuerto de Europa fueron interrumpidos el martes alrededor del mediodía para despejar la nieve de las pistas.
En Francia, un avión de Tunisair se deslizó de la pista en un aterrizaje en el aeropuerto de Orly, forzando el cierre de una pista en el segundo centro de París mientras se evacuaban 140 pasajeros.
En Bélgica, la asociación de asistencia vial Touring dijo que la longitud total de las filas en autopistas y carreteras principales debido a embotellamientos en su momento de mayor tránsito llegó a 1,670 kilómetros, superando holgadamente al máximo anterior de 1,285 kilómetros el 3 de febrero del año pasado.
“Hubo demasiada nieve en el momento equivocado. Si nieva mucho a la noche, la sal no funciona ya que no hay suficientes autos para dispersarla”, dijo Danny Smagghe, portavoz de Touring.
En un martes normal, los atascos de tránsito promedian 250 a 270 kilómetros en total.
El servicio de trenes de alta velocidad Eurostar, que conecta a Londres con las capitales de Francia y Bélgica, y el ferrocarril Thalys que une a París, Bruselas y Amsterdam en Holanda y Colonia en Alemania fueron suspendidos.
Las dos principales estaciones de tren de Bruselas cerraron.
La autoridad de aviación civil de Francia canceló un cuarto de los vuelos en el aeropuerto Charles de Gaulle en París, el segundo más grande de Europa tras Heathrow en Londres, y un quinto en Orly. El aeropuerto de Bruselas registró demoras extensas y algunas desviaciones de aviones hacia Ostende o Amsterdam.
Alrededor de 80.000 viviendas en el noreste de Francia estaban sin suministro eléctrico, según la operadora de redes de energía ERDF. El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, dijo que soldados franceses se habían movilizado para ayudar a los trabajadores de las redes eléctricas a restablecer el suministro de energía.
Las redes sociales de Internet estaban repletas de mensajes sobre esta atípica tormenta de mediados de marzo con nevadas de hasta 20 centímetros y el frío. Marcaría el primer día a mediados de marzo desde 1925 en que la temperatura diurna en Bélgica no había superado lo cero grados centígrados.
En el sureste de Inglaterra y el norte de Francia, centenares de conductores pasaron la noche en sus autos. Otras 600 personas pasaron la noche en edificios públicos abiertos a los afectados por las autoridades en la región costera de Normandía.
Dos personas habrían muerto en Francia, un hombre sin hogar y una persona anciana que intentaba llegar a casa.
Los vientos elevados y las acumulaciones de nieve también complicaron el tránsito en partes del sur de Holanda.