Latinoamérica estará presente en ceremonia

Miles arroparon en la Plaza de San Pedro al Pontífice, que saludó con un simple "buenos días" a la multitud

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elsalvador.com

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2013-03-17 7:00:00

En la Ciudad Eterna se vive un ambiente de alegría por el nuevo Sumo Pontífice, quien, en pocos días, se ha ganado el cariño de muchos.

En el Vaticano no se pierde el tiempo. Un día después de la elección del Papa Francisco, en la Plaza de San Pedro se preparan para la Misa de inicio de Pontificado, programada para mañana, 19 de marzo.

Personalidades de todo el mundo ya están llegando a Roma para asistir a la gran misa de entronización de este martes, día de San José, a la que asistirán entre otros los presidentes de Argentina, Brasil, México y Chile, así como representantes de Estados Unidos y de las casas reales europeas.

Al cierre de esta nota, a la ceremonia se tenía confirmada la asistencia de los siguientes mandatarios: de Chile; Sebastián Piñera, la presidenta costarricense Laura Chinchilla; el gobernante paraguayo Federico Franco; el ecuatoriano Rafael Correa; su colega mexicano, Enrique Peña Nieto; de Honduras asistirá Porfirio Lobo; Otto Pérez Molina, el último mandatario latinoamericano que fue recibido en audiencia por Benedicto XVI, enviará a su canciller, Fernando Carrera.

El presidente panameño, Ricardo Martinelli asistirá así como su par brasileña Dilma Rousseff.

En San Salvador, el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén no confirmó la asistencia del presidente Funes a los actos o en una visita posterior. Incluso al consultarle si él iría acompañando a Funes contestó: “No te podría decir porque ésa es decisión del presidente de la República”.

Sin embargo, elogió el nuevo significado que tiene para América Latina el hecho de tener un papa latinoamericano. “Es muy importante, porque América Latina es una América Latina nueva, está en la búsqueda de vivir en paz, en desarrollo, de vivir respetando los derechos de los demás y ayudar a los más pobres, el mensaje del papa es también un mensaje de esperanza para América Latina”, aseveró.

El Diario de Hoy intentó a través de los delegados de prensa de Casa Presidencial, David Rivas y Carlos Portillo, conocer si iría una comitiva del Ejecutivo a visitar al Papa, pero Portillo afirmó que no tenían conocimiento de eso.

Mientras, en la Plaza de San Pedro, los turistas y peregrinos hacen largas filas para entrar en la Basílica, ocasión que aprovechan los periodistas para conocer opiniones sobre el Pontífice recién electo.

“Es una persona muy sencilla y ejemplar, que no tiene miedo en decir las cosas claramente, como lo hizo cuando el gobierno de mi país promovió políticas contrarias a la vida”, dice Marta, una turista argentina.

Algunos italianos manifiestan su alegría por el Papa Francisco, como si fuese cuestión de orgullo nacional. “Es un Papa ítalo-argentino”, comenta un italiano poniendo énfasis en la palabra “ítalo”. Otros lo hacen bajo la lógica del fútbol: “¡Tiene el mismo nombre que Totti! ¡A ver si así gana la Roma!”, comenta emocionado un tifoso del equipo capitalino.

Fuera de la Oficina Postal Vaticana se observan igualmente largas filas. Allí pueden obtenerse álbumes con fotos y sellos postales de los últimos días de Benedicto XVI, de la “Sede Vacante” y del cónclave que culminó con la elección de Francisco.

Dentro de poco, comenta un dependiente de la posta, se podrán comprar monedas conmemorativas y explica que el dinero que se recaude servirá para finalizar la limpieza y restauración de las famosas columnas obra de Bernini.

Y este cariño por el Papa no se limita a un mensaje de camiseta. En pocos días del pontificado, en Roma se respira ese ambiente de cariño por el Papa, por el hombre que ha robado el corazón de muchos. Prueba de ello es la multitudinaria asistencia al rezo de su primer Ángelus, en el cual habló de misericordia y perdón.

Ayer, después de la Misa en la Iglesia de Santa Ana, ubicada en las afueras del Vaticano, quiso saludar por un momento a la gente que caminaba hacia San Pedro para el Ángelus. Y lo hizo fuera de esta Iglesia, prácticamente pisando territorio italiano.

Respecto a los problemas de seguridad que esto podría plantear, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, puntualizó que “los encargados de la seguridad del Pontífice están a su servicio y adaptan las medidas para protegerlo al estilo de cada Papa. Por ejemplo, Juan Pablo II era un pontífice que rompía las previsiones e iba a saludar a las personas sin avisar antes”.