Una multitud comenzó a reunirse en la plaza central de Castel Gandolfo para ver un momento histórico: Dos papas que se reúnen para el almuerzo y que quizá conversen sobre el futuro de la Iglesia Católica.
Según el periódico El Mundo, de España, “Somos hermanos” fueron las palabras del papa Francisco, con las que rechazó el puesto de honor que Benedicto XVI le había cedido y los dos juntos iniciaron su rezos de rodillas en el mismo banco.
Previamente, en su encuentro en Castel Gandolfo ambos se habían fundido en un abrazo, informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi. Tras el rezo, se reunieron a solas en la biblioteca privada, donde hablaron durante 45 minutos.
El helicóptero en el que viajó desde el Vaticano el pontífice aterrizó en la residencia de Castel Gandolfo, a las 12.15 horas local, informó el Vaticano.
La Santa Sede informó que en el helipuerto de la residencia, el sumo ponfírife fue recibido por el papa emérito Benedicto XVI, por el obispo de Albano (diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo), Marcello Semeraro, y por el director de las Villas Pontificias (nombre del complejo pontificio), Savero Petrillo.
La dramática partida del anterior pontífice ese día “en un vuelo en helicóptero con su secretario que lloraba mientras daba la vuelta a la Plaza de San Pedro en la despedida definitiva” constituye una de las imágenes más conmovedoras de esta notable transición papal.
Desde su elección, el papa Francisco ha charlado con el ex Papa por teléfono, quien vió la misa de entronización por televisión.