5 cosas que un emprendedor debe considerar antes de vender por Internet

Internet se ha convertido en un medio más para la creación de empresas

descripción de la imagen

Por

2015-10-09 10:17:00

La facilidad a la hora de crear una página web ha propiciado que muchos emprendedores se decidan por este medio a la hora de crear sus empresas.

Todo suena muy sencillo gracias al acceso a las nuevas tecnologías, sin embargo hay que tener en cuenta algunas valoraciones antes de lanzarse a este tipo de proyectos. El sitio especializado en mercadeo, marketingguerrilla.es, recomienda lo siguiente:

1-     Nichos

Busca tu nicho, es decir, ese público objetivo que quieres cautivar ya sea por productos muy específicos o cubriendo necesidades que no estén bien cubiertas en el mercado. En este punto hacer un exhaustivo plan de negocio analizando producto, competencia y mercado puede ser vital para decidir si iniciar tu nueva aventura.

2-     Atención al cliente

Detrás de una tienda en la web hay personas, tanto las que venden como los que compran. Sobre todo estos últimos necesitan sentir que detrás de la tienda hay un grupo de gente que le va a solucionar sus problemas. Considera todos los medios posibles para estar en contacto con ellos (teléfono, correo, redes sociales, etc.) y actúa como si tuvieras una tienda física. Es importante estar siempre accesible.

3-     Ser especialista

No comiences una tienda de artículos deportivos si no tienes ni idea sobre deportes. Es importante que el cliente no sepa más que tu sobre lo que te está comprando. Si encuentras un nicho pero no eres especialista, construye un equipo que lo sea. Ya sea empleados o socios.

4-     Desarrollo tecnológico

Selecciona un proveedor tecnológico que comprenda tu proyecto y que luche por tu idea. Montar un negocio en línea implica costos, pero vale la pena invertir en tecnología que cumpla las expectativas de tu cliente. El comprador en Internet es cada vez más exigente, y un fallo técnico en el servicio no lo perdonaría.

5-     Gestión financiera

Se trata de la gestión de cobros, pagos y la “salud” financiera de tu empresa. Si no eres un experto financiero, busca a alguien y haz que forme parte de tu equipo de trabajo, ya sea como empleado o como socio.