Para nadie es un secreto que en la capital circulan una gran cantidad de buses viejos y en mal estado que generan contaminación a su paso.
Estos afectan de diferentes formas el entorno y por supuesto a las personas que tienen sus negocios en los alrededores.
“El humo no solo contamina el medio ambiente, sino que afecta a los mismos vendedores”, señaló un joven que transitaba por el lugar.
La ciudadanía pide se le brinde mantenimiento a la Plaza China, pero también demandan más vigilancia para evitar hechos delictivos
Aquellos que se dedican a vender fruta en las aceras o tienen sus comedores son los más perjudicados, ya que los alimentos fácilmente pueden ser contaminados, exponiendo a las personas que los compran a múltiples enfermedades.
“Por andar comprando comida de la calle uno se puede enfermar”, expresó una señora que se dirigía hacia su trabajo.
Tanto los vendedores como los capitalinos que acostumbran a comprar comida de la calle, esperan que las autoridades pertinentes hagan algo para evitar que las personas continúen enfermando.