La Cabrera
Este restaurante ubicado en el barrio de Palermo se ha convertido en uno de los lugares predilectos para aquellos comensales exigentes que adoran la combinación de una cocina tradicional con toques innovadores.
Es difícil distinguirse en Argentina en un rubro tan competitivo como las parrillas, pero a lo largo de los años, La Cabrera lo ha conseguido a fuerza de carnes de primera calidad y parrilleros que las preparan en su punto justo y deseado. Algunos de los cortes más recomendados son clásicos como el Bife de chorizo o el Ojo de bife, o su opción de carne madurada, el Bife Dry Aged, para paladares exigentes. También hay riquísimas entradas, como el jamón crudo con mozzarella, rúcula, albahaca y tomate o el “Chorisa”, una versión del choripan con lechuga, tomate, salsa criolla y chimichurri.
El Pobre Luis
En pleno Barrio Chino, El Pobre Luis ha logrado romper la monotonía oriental con una gran parrilla, banderines de fútbol, algunos platos de raigambre uruguaya y excelentes achuras y carnes. Uno de sus puntos diferenciales es que allí no se compra todo cortado, sino que cuentan con su propia sierra en la cocina, y se dan el gusto de armar cortes especiales. Como las costillas de lomo.
En El Pobre Luis, en lugar de sacar el lomo entero, lo cortan con este hueso, que al ponerlo sobre las brasas, le da más sabor a la carne, sus especialidades son su exquisito ojo de bofe y la costilla de lomo con hueso.
El dueño de esta parrilla que data de 1986 es el uruguayo Luis Acuña, quien da atención personalizada y muy cordial que entrega a sus clientes cuando está en el local.
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Las Nazarenas
Desde 1977, el restaurante sigue vigente con su asador criollo como atracción principal. Las Nazarenas es uno de los asadores criollos más tradicionales de Buenos Aires, reconocido por la calidad de sus carnes, por su tradición y la variedad de vinos que ofrecen en su Cava de Vinos.
Desde sus inicios Las Nazarenas fue administrado por la familia Barbería, que ya lleva tres generaciones dedicada a la gastronomía. Don Luis Barbería, su fundador, inició aportando sus conocimientos y entusiasmo, su hijo Luis continuó el proyecto familiar combinando la tradición y la experiencia e incorporando novedades. Este restaurante cuyos platos estrella son el lechón y el chivito fue declarado de interés turístico por la Secretaría de Deporte y Turismo de la Nación, desde el año 1997; y cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Vinicultura.
La Dorita
Ubicado en la Calle Humboldt 1892, de Palermo Hollywood, este restaurante está en boca de todos los argentinos. De aire modesto y poco pretencioso, el esmero de sus propietarios está puesto en elaborar los platillos sabrosos.
Cuentan con una excelente parrilla en la que entra desde la provoleta hasta la tira de asado, ensaladas exquisitas como la “ensalada de la huerta”. Se impuso en el 2002 con un concepto claro de Parrilla-Cantina, y ofrece cocina casera-porteña con buen sabor y sin vueltas. Cuenta con un ambiente moderno, cálido y alegre.
Don Julio
Se trata de un sabor a parrilla de campo, cálida y familiar, ubicada en una antigua casona de Palermo en ochava, con paredes de ladrillo a la vista, pisos de mosaico y techos de doble altura. Este lugar se destaca por la excelente calidad de los cortes y tiene de todo: achuras, asado de tira, entraña, bife de chorizo, de cuadril y vacío. También ofrece deliciosas las empanadas, los riñones, la brochette Don Julio y los postres porteños tradicionales. Además, cuenta con una carta de vinos muy completa, con las mejores etiquetas del país a precios accesibles. Ideal para los amantes del buen beber.