El espectáculo “Forever tango” ha recibido la ovación en escenarios de todo el mundo. La destreza de los bailarines, su capacidad técnica y de interpretación han despertado grandes emociones en audiencias de Ecuador, México, Portugal, China, Inglaterra y la mayor parte de Estados Unidos, entre muchas otras.
Detrás de esta propuesta artística hay una mente creadora. Es el argentino Luis Bravo.
“Contar mi vida es como si tuviera que contar 10 vidas, tiene bastantes aristas, como artista, como empresario, obrero, estudiante universitario, inmigrante (…)”, comentó en una entrevista para radio Visión, de Quito, Ecuador.
Este artista nació en una provincia de Argentina, hijo de docentes. Comenzó a tocar la guitarra a los 8 años, después de pasar por el conservatorio de música clásica comenzó a dedicarse profesionalmente a la carrera de músico.
A los 23 años se mudó a Los Ángeles, EE. UU., para integrarse a la filarmónica de esa ciudad como músico “freelance”.
Después de muchas experiencias y viajes artísticos, Bravo radica en Estados Unidos desde hace más de 30 años.
Para este músico “el tango es una música de inmigrantes, que tiene ese sonido melancólico, profundo, dramático, es tan complicado, tan profundo y contradictorio como somos los argentinos mismos. Creo que es una de las pocas músicas que tiene una forma indescriptible, porque uno la lee pero la interpreta como quiere”.
“Forever tango” presenta 14 bailarines, un vocalista y una orquesta de 11 piezas en el escenario. Uno de los principales instrumentos es el bandoleón, infaltable en este género musical.
Ha sido visto por alrededor de siete millones de personas. En 1998 llegó a Nueva York para hacer algunas funciones, pero tuvo tan buena aceptación que terminó quedándose dos años. Fue nominado a los premios Tony.
“Llegó un momento en mi vida en que me dije ¿por qué no hacer un espectáculo que tenga que ver con mis raíces, mi cultura? Así, en 1990 nació ‘Forever tango’. El éxito artístico y la recepción de la gente fue rotundo”, describe el creador.
El show se presentará en El Salvador los próximos 3 y 4 de mayo en el Teatro Presidente.
Las funciones son a beneficio del Hogar de Parálisis Cerebral (Hopac), que atiende a niños, jóvenes y adultos con parálisis cerebral y otras discapacidades.
Esta puesta en escena cuenta con diseño de vestuario de Argemira Afonso, y sonido a cargo de Rolando Obregón. Los diseños de peinado y maquillaje, que han despertado grandes elogios, van por cuenta de Jean Luc Don Vito, mientras que el director de escena es Jorge González y el director de producción Carlos Díaz.