Documental ofrece un grito musical desde la posguerra

Bandas nacionales nacidas en esa época son las protagonistas de Con voz de grito, producción realizada por Raúl Sanabria, músico, arquitecto y cineasta

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elsalvador.com

Por Sara Castro @elsalvador.com

2015-06-21 7:00:00

La etapa de posguerra en el país se ha leído y documentado desde muchas dimensiones. Una de esas, incluso, ha sido la música. Así lo hizo —y quiso— Raúl Sanabria. Conocido por ser el batero de la extinta banda Super Pakito Chac, este músico y cineasta tomó su cámara y regresó a El Salvador para realizar su primer largometraje: “Con voz de grito”.

Han sido casi cuatro años de planificar y rodar la producción audiovisual, en la que Sanabria y un grupo de seis compañeros más han entrevistado a bandas nacionales de rock, punk, ska -y otros géneros- que surgieron en los años de posguerra.

El filme nació, de acuerdo con el director, para retratar y documentar un movimiento musical creado por jóvenes, esos que vivieron en carne propia la guerra civil. Marcados por ese momento histórico, algunos conformaron bandas en las que podían “hablar y decir cosas que en el tiempo de la guerra no se podían. Ahora podés hablar y no te desaparecen”, apuntó.

Con la premisa de que “la música es como el reflejo del alma de los pueblos”, Raúl se preguntó ¿qué reflejo tiene este país?

Han pasado 23 años desde el conflicto bélico, en los que el movimiento musical se fortalecería en la década de los noventa y principios de 2000, y la voz de los protagonistas aún tiene vigencia, sobre todo, porque “no ha habido un cambio fundamental desde los Acuerdos de Paz”.

Canciones de reflexión, de contenido social y temas tabú fueron los elementos en común para seleccionar a las agrupaciones locales, algunas de ellas ya desaparecidas.

“Con voz de grito”, aún en proceso, ha sido un proyecto “difícil de levantarlo”, no solo por los recursos económicos que se requieren para realizar un largometraje, sino también por los recursos humanos y técnicos, a eso agregarle que en el país no hay una significativa documentación de ese momento en el que las bandas tomaron fuerza.

“La limitante es algo que tiene que ver con que en El Salvador no hay mecanismos para conservar la memoria. Somos un país donde tenemos dificultad para eso. No ha habido instituciones del Estado ni de la empresa privada que archiven el material o lo conserven de manera sistemática”, comentó Sanabria.

Pero Sanabria y su equipo han sido constantes para rodar la cinta aunque las limitantes aparezcan en el trayecto. En ese camino recorrido se han realizado ya 32 entrevistas, en el que el contexto sociopolítico y económico no han sido relegados por Sanabria. De hecho, filósofos, economistas e historiadores intervienen en el rodaje.

Ante ello, el director expresó que “lo que quiero es hacer una reflexión entorno a la música, al arte en general, la juventud y la posguerra. No creo que el documental sea algo nostálgico, de hecho, no solo estoy entrevistando músicos, sino entrevisto alguna gente que se dedica a pensar sobre la realidad”.

Ese componente social también ha marcado otras producciones audiovisuales que Raúl ha realizado. “Alicia en el país de las oportunidades” fue su primer corto de ficción, en él abordó la temática de explotación de trabajadoras de maquilas. En “¿Cómo estás Julia?”, expuso la migración latente en el país y “Algo en qué creer” es un corto documental de San Salvador. A ellos se suma “El humo”, “En la ciudad de Xoco”, “El trencito rojo” y su nuevo rodaje, el que da un “grito” sobre la posguerra de El Salvador.

Sanabria radica en México. Allí se graduó del Centro de Capacitación Cinematográfica de México. Fue su pasión por la música la que lo llevó, sin imaginarlo, a interesarse por el cine, cuando la banda Super Pakito Chac fue invitada a una gira a Inglaterra en 2004. En ese momento vio cómo la gente con una cámara de video y una computadora podía hacer productos audiovisuales. “Después de ese viaje a Inglaterra decidí empezar a estudiar audiovisual aquí, en el país. Con los ahorros que tenía me compré una cámara y una computadora”, relató el director, quien, además, es arquitecto.

Esas profesiones han marcado su vida y, por supuesto, su encuadre para los filmes. “El lienzo donde se plasma la arquitectura es el espacio y el lienzo donde se plasma la música es el tiempo, y el cine es un arte compuesto: el lienzo del cine es el espacio y el tiempo y yo vengo de esos dos lugares”, comentó.

El filme está previsto sea lanzado en festivales internacionales en 2016, y un año después en El Salvador.