Radamenes, un tierno gato negro que vive en Bydgoszcz, Polonia, desempeña un peculiar trabajos, es enfermero en un centro veterinario de la zona y ayuda a mejorar a otros animales.
Al parecer, su vocación nació luego de que los veterinarios del refugio donde vive y colabora, le salvaron la vida de una infección respiratoria. De hecho, ellos dicen que estuvieron a punto de sacrificarlo, pero cuando lo escucharon ronronear, sintieron que todavía podía vivir y no podían quitarle esa oportunidad.
El minino ahora intenta regresar el favor cuidando, masajeando y a veces incluso limpiando a otros animales convalecientes de sus heridas tras ser operados, y no discrimina entre perros y gatos.
El extraño comportamiento de Radamenes ha hecho que se convierta en una atracción local, haciendo que las personas acudan a visitarlo y le deseen buena suerte en su gran labor.
Los veterinarios del refugio dicen bromeando que es como un enfermero a tiempo completo.
Con información tomada de peru.com / diariouno.com.ar