Chepito Portillo: “Hace falta que el gobierno promocione el arte”

Cinco décadas de experiencia lo convierten en uno de los trompetistas más reconocidos en el país. José Alberto Portillo piensa tocar "hasta que se le caigan los dientes"

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Alonso Rivera escena@eldiariodehoy.com

2014-12-09 12:00:00

Un año estudió de manera intensiva el solfeo en la Banda Regimental de Santa Ana (de 1964 a 1965). Desde entonces, José Alberto, mejor conocido como Chepito Portillo, ha formado parte de numerosas agrupaciones musicales en el país y ha acompañado a muchos artistas internacionales.

Ha tenido sus traspiés, según él, por culpa de los vicios. Fue primer trompeta en la banda regimental de Santa Anadurantre seis años. Hasta que le dieron de baja el 14 de abril de 1971. ¿La razón? Faltarle al respeto a un capitán. Admite que fue por encontrarse con unos tragos de más.

Pero también esto le abrió las puertas a un amplio horizonte que supo aprovechar.

Fue primer trompeta en la orquesta Blue Brass de 1967 a 1970; luego de la orquesta Charles Hits, de la banda regimental de Sonsonate, de la Compañía 10 y de la orquesta Cabaret, del hotel Sheraton.

También fue profesor de música en una escuela de Colón, La Libertad.

Como trompetista, formó parte de las orquestas Antel, Casino, Camichín, Hermanos Flores, del grupo Fiebre Amarilla, la San Vicente, Cosecha Latina, Melao, La Tribu, La Gran Sociedad y otras.

Ha acompañado a Celia Cruz, Lucho Muñoz, Álvaro Torres y otros artistas internacionales, además de viajar a Estados Unidos, Cuba, República Dominicana y otros países.

“He sido bien patechucho”, dice al explicar su participación en tantas agrupaciones.

Desde 2012, es trompetistas en la orquesta Matices, en la que piensa sentar cabeza.

“Hay muchos jóvenes pero me siento cómodo, son buenos profesionales y muy educados”, expresa al referirse a sus compañeros de música.

Lo que falta

Chepito Portillo ha vivido en carne propia los cambios en la ejecución musical en El Salvador.

Considera que pese a la falta de un centro de formación académico profesional para artistas, Internet abre muchas oportunidades para quienes desean superarse.

Pero lamenta la falta de apoyo. “Hace falta que el gobierno promocione el ambiente artístico en música, pintura, poesía, en todas las ramas”, expresa.

También lamenta que el Centro Nacional de Artes no brinde una formación académica que permita al estudiante recibir un título.

“Antes al menos salían como profesores”, recuerda.

Cree que hay muchos jóvenes con vocación artística en diferentes expresiones, que bien podrían convertirse en profesionales destacados si tuvieran la oportunidad de capacitarse de manera formal. Y confía en que las autoridades sepan apreciarlos y apoyarlos.