Califican misión de Philae como un increíble éxito científico

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elsalvador.com

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2014-11-16 12:00:00

Tras cumplir su misión primaria, el módulo Philae, primer aparato enviado por el ser humano que aterriza sobre un cometa, entró el sábado en estado de reposo por falta de batería, un letargo del que solo podrá despertar si sus placas vuelven a recibir los rayos solares.

Han sido 57 horas históricas, que han servido para transmitir valiosa información científica sobre las condiciones en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y que deberán contribuir a la indagación sobre los orígenes del Sistema Solar.

Sin embargo, Philae se posó en un lugar oscuro y rocoso, por lo que no pudo sobreponerse a la ausencia de sol, lo que hizo que sus baterías, recargables con energía solar, hayan entrado en hibernación.

Los logros

El módulo Philae es el primer artefacto humano que consigue aterrizar sobre un cometa.

Los dos saltos que la sonda Philae dio en la superficie del cometa hasta quedarse en el suelo en el tercer aterrizaje han brindado a los científicos más datos de los que esperaban en la toma de contacto durante el aterrizaje.

Lawrence O’Rourke, ingeniero de sistemas de la misión, lo explica: “Hemos obtenido datos científicos de múltiples sitios del cometa, en lugar de uno solo”.

Hay que tener en cuenta que, en el primer aterrizaje, la sonda interpretó que estaba ya definitivamente en el suelo y activó sus sistemas, aunque reemprendió el vuelo de nuevo, y siguió haciendo mediciones.

Según explicó la Agencia Espacial Europea (ESA), las imágenes del descenso de Philae hacia el asteroide mostraron que la superficie estaba cubierta de polvo y escombros, pero las panorámicas ya enseñaron paredes de materiales aparentemente más duros, aunque se desconoce si el robot pudo tomar muestras.

“Todavía esperamos que en una etapa posterior de la misión, tal vez cuando estemos más cerca del sol, podamos tener suficiente luz solar para despertar a la sonda y restablecer la comunicación”, consideró Stephan Ulamec, responsable de la misión del módulo Philae .

La sonda llegó con energía suficiente para funcionar dos días y medio.

Para aprovechar al máximo el escaso tiempo disponible, los expertos decidieron activar el perforador del Philae, un dispositivo para hacer un agujero en el suelo (de hasta 25 centímetros) y tomar muestras que han de analizarse a bordo, lo que proporcionaría información crucial sobre la composición del cometa. Antes de finalizar la ventana de comunicación se recibieron datos de que el taladro había llegado a 22 centímetros.

El trabajo para la sonda Rosetta, sin embargo, está lejos de terminar, pese a que Philae por ahora no vuelva a enviarle datos. Continuará girando en torno al cometa con una órbita de 30 kilómetros hasta el próximo 6 de diciembre, cuando la órbita será de nuevo de 20 kilómetros.

En ese tiempo, y hasta que se produzca el momento de mayor cercanía con el Sol, el próximo 13 de agosto, seguirá estudiando el 67P/Churyumov-Gerasimenko para proveer más información sobre estos cuerpos volátiles y hasta ahora bastante desconocidos. —Agencias