El único museo los niños en El Salvador celebra este día su fiesta rosa. Tin Marín, fundado en 1998 por la Asociación Museo de Los Niños (Amuni), tiene 15 años de trabajar por el desarrollo integral de la niñez salvadoreña.
“Aprender jugando” ha sido el lema que ha marcado a este museo infantil. En efecto, sus 29 salas han logrado que un sinfín de niñas y niños salvadoreños hayan aprendido sobre el cuidado de sus dientes, sobre volcanes y terremotos, ciclos de la lluvia, alimentación y más, de una manera lúdica y entretenida.
El escenario turbulento del país permitió que sus fundadores, María Eugenia Brizuela de Ávila y Alejandro Poma vislumbraran un lugar que permitiera el desarrollo educativo y cultural de la niñez.
Tin Marín se convirtió en un lugar para todos, sin exclusión: adultos y jóvenes también han disfrutado y vuelto a ser niños en él.
De acuerdo con la presidenta, Beatriz Ungo de Quirós, el museo ha recibido más de un millón de asistentes durante los 15 años de servicio.
También los centros escolares de la red pública han sido partícipes de las visitas a este mágico museo. A pesar de que solo un 11 %, de los más de seis mil centros educativos en el país, han conocido el museo, el esfuerzo de sus fundadores y demás personal continúa para que ningún niño del país se quede sin saltar, jugar, reír y aprender en él.
“Es gratificante ver como los pequeños visitantes asimilan con tanta facilidad los aportes educativos que cada exhibición les ofrece, y les convierte en protagonistas de su propio aprendizaje, proporcionándoles un desarrollo integral”, expresó de Ávila.