El viaje musical de Gabriela Henríquez

La joven de 19 años ganó una beca para estudiar la Licenciatura en Viola en Salamanca, España

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elsalvador.com

Por Stanley Luna @Stanley_Luna

2014-10-02 7:00:00

A sus 19 años, Gabriela Henríquez, violista y exintegrante de la Orquesta Sinfónica Juvenil (OSJ), ha comenzado a abrirse espacio en el mundo de la música.

El sábado pasado partió a España para iniciar sus estudios en la Licenciatura en Viola (instrumento similar al violín pero de mayor tamaño y de sonido más grave), en el Conservatorio de Salamanca, por medio de una beca que ganó tras aprobar a una serie de evaluaciones.

Días antes de viajar, la joven compartió a este medio su experiencia sobre las pruebas a la que también se sometieron trece aspirantes más, todos españoles. Solo seis fueron seleccionados, entre ellos la salvadoreña.

Gabriela realizó las pruebas el lunes 30 de junio, pero el jueves 26, después de meses de ensayar el repertorio que había recibido del conservatorio (seis piezas de diferentes compositores), tomó el vuelo hacia Madrid a las 8:00 de la noche. A las 2:00 p.m. arribó. Luego de viajar dos horas y media en autobús, estaba en Salamanca, donde se hospedó en un pequeño hostal. El día decisivo llegó. La joven debía estar a las 5:00 p.m. en el conservatorio para hacer la audición —la primera de las pruebas— pero decidió irse a las 12:00 para ensayar las últimas veces, ya que de ser seleccionada tendría la oportunidad de formarse profesionalmente a manos de maestros de la música.

El tiempo avanzó y los otros violistas comenzaron a llegar acompañados, cada uno, de sus pianistas y sus maestros de música. Ellos habían estudiado viola por diez años: cuatro en un conservatorio elemental, otros seis en un conservatorio profesional y en ese momento aspiraban al conservatorio superior.

Gabriela no llevaba a nadie, más que a su viola y su talento. La única formación musical la había tenido en la OSJ, a la que ingresó cuando tenía 12 años.

Fue la quinta en audicionar y entre un conjunto de emociones encontradas, interpretó todo el repertorio ante las tres personas que conformaban el jurado.

La otra de esta prueba fue la lectura de una partitura a primera vista.

“Para mí esa fue la parte más fácil, es lo que hacíamos en la orquesta con Martín (director de la OSJ). Iba un poco más preparada”, expresó Gabriela con una sonrisa tras comentar en esta fase fue la mayor nota.

Ya eran las 8:00 de la noche. Antes de la segunda parte de la evaluación (la teórica) hubo una hora de receso. Henríquez prefirió quedarse en el conservatorio por temor a pederse y no estar a la hora indicada en el lugar. La prueba consistió en analizar una partitura: su armonía, estilo y posible compositor, entre otras cosas.

Al día siguiente los resultados estaban listos. Gabriela consultó sus notas en la web y se dio cuenta de que era el quinto lugar de los seis seleccionados. No podía creerlo y decidió ir nuevamente el conservatorio. Al estar allá y asegurarse de lo que sucedía, contactó a su mamá y otras personas que estaban al tanto de sus resultados para contarles sobre la noticia.

Este es el inicio de su viaje musical. La Licenciatura en Viola tiene una duración de cuatro años, Gabriela tiene asegurada su beca para uno, si quiere conservarla debe renovarla manteniendo una nota mínima de nueve. Para ello ha armado un plan de estudios, en el que de ser posible, comentó, tiene contemplado no salir del conservatorio en sus horas libres para dedicarle todo el tiempo a su pasión: la música.