Una plegaria en abstracto por El Salvador

Esta noche inauguran, en Santa Tecla, la muestra de más de 40 artistas salvadoreños entre ellos, el maestro César Menéndez

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elsalvador.com

Por William Alfaro Twitter: @Pohemia

2014-09-19 7:00:00

Por primera ocasión en El Salvador, más de 40 artistas plásticos se suman para exponer una muestra de abstracto, una muestra diferente, en blanco y negro, que reflexiona sobre la historia del país, su presente y su futuro. Por esas razones tan profundas para los pintores, la exposición que será inaugurada a las siete de la noche, acoge el nombre de “Blanco y negro, una plegaria por la paz”.

Los paradigmas sociales y políticos de El Salvador son difíciles de explicar para especialistas de las ciencias sociales, es aún más complicado para poetas y escritores y a este grupo de creadores se suman los pintores, quienes en la muestra que durará un mes, pueden aportar más reflexiones y respuestas a la contemporaneidad salvadoreña, porque como muchos de ellos lo afirman, es la búsqueda de la reflexión sobre la paz y la realidad del país.

En la muestra participan veteranos de las artes plásticas salvadoreñas como César Menéndez, quien ahonda en el abstracto nacional, asegurando que “es hablar de la pintura moderna, que inicia a partir de movimientos individuales que no alcanzan a desembocar en colectivos o grupos. Sin embargo, pese a esta circunstancia, el contexto y la época juegan un papel muy importante para que el abstraccionismo marque tendencia en la plástica salvadoreña”.

Esta tendencia está plasmada en la obra de artistas como Ricardo Aguilar Humano, Dagoberto Nolasco, Margarita de Cristiani, Elías Reyes, Rubén Silhy, y Elisa Archer, entre muchos de la impresionante lista de autores que adornarán las paredes del Palacio Tecleño con su obra.

Menéndez reflexiona sobre este momento del abstracto salvadoreño, rescatando en la obra de Salvador de la Mancha, “grandes espacios gestuales, veo la presencia y la perennidad en el tiempo de la energía de esta disciplina, en la que se hace acompañar de otros artistas de gran trayectoria, como Víctor Barriere, Edwin Ayala, Alfredo Milán, Chicato García; un grupo de mujeres que conforman una representación importante, como Ana Victoria Avilés, Elisa Archer, Margarita Cristiani, Dulce Rocío; y pintores jóvenes que vienen con una gran fuerza, como Leonardo Yong Romero”.

Otro de los exponentes, Aguilar Humano, sostiene que esta “es una muestra en la que sí podemos mostrar nuestras diferencias en un mismo propósito”.

Ese objetivo, en palabras de uno de los organizadores, Salvador de la Mancha, es crear un discurso y reflexión sobre una cultura de paz, en la cual se sumen todos los salvadoreños, anteponiendo las diferencias por mejorar las condiciones de vida y convivencia.

Además de ser un llamado a la paz, la muestra es una crítica social y artística a quienes tienen el control del poder y soslayan el valor reivindicativo de las artes en crisis tan violentas como la que atraviesa El Salvador y muchos países del mundo.

Los trazos, la intensidad y el predominio de los tonos grises y negros sobre los lienzos blancos pueden generar tan diversos significados al tratar de comprender el estado anímicos de sus creadores al momento de su gestación, que podrían alejar el significado de paz por el de una guerra interna, o brutal reflexión sobre lo que ocurre cada día en El Salvador.

Algunas de las obras han llegado desde el extranjero y otras son expuestas por primera ocasión, así como el debut de sus exponentes.

Una de las reflexiones de los artistas sobre la obra es la responsabilidad que tienen con los hechos en el país, cómo exponerlos, romper con la violencia y poder coincidir con el deseo común de alcanzar la paz; una utopía que estaría resuelta esta misma noche, de los trazos de los pinceles de estos salvadoreños ejemplares.