El poder mediático en la Gran Guerra

Un verdadero diluvio de panfletos, carteles, caricaturas, poemas, canciones y películas fueron los canales que utilizaron "Los Aliados" para manipular a los países beligerantes y neutros durante el conflicto armado

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elsalvador.com

Por Texto: Kevin Eduardo Salazar. Twitter: @KevinESalazar

2014-09-20 8:00:00

La Primera Guerra Mundial significó un cambio decisivo en la forma de hacer periodismo en Centroamérica y el mundo. En los cuatro años que tardó el conflicto (1914-1918), los encargados de los periódicos ensayaron diversas formas de presentar las noticias, cambiando el diseño que llamase la atención de sus lectores.

Los medios escritos introdujeron en el encabezado todas las preguntas básicas de periodismo, agregándole fotografías, mapas geográficos, gráficos, estadísticas de muertos y otros elementos que respaldaran los hechos. La influencia del estilo norteamericano comenzaba a replicarse en la región y en el mundo. Durante los primeros meses de la Gran Guerra, la prensa le dedicó el 100% de sus páginas a detallar los enfrentamientos militares y los encuentros diplomáticos, pero durante el primer semestre de 1917, los esfuerzos periodísticos se abocaron a “provocar” y “forzar” el ingreso de los Estados Unidos en la contienda.

A partir de esas noticias, se construyó la imagen de que la participación estadounidense era decisiva para que Los Aliados, formado por los países de Gran Bretaña y Francia, lograran un triunfo frente a los alemanes. Los detalles en sus notas, caricaturas e insertos los idealizó en la única nación de conducir a la paz, a la libertad y la democracia. Para lograr el apoyo del país norteamericano, los periódicos insistieron al presidente Thomas Wilson y las autoridades correspondientes tomar decisiones inmediatas, según los medios, eran víctimas.

En Centroamérica, los dos principales periódicos “La Información” de Costa Rica y “El Diario Oficial” de El Salvador eran los intermediarios entre el poder ejecutivo y la población en general. Durante los primeros meses de 1917, “El Diario Oficial” publicó 1,795 noticias, en comparación a “La Información” que difundió 669 notas. Según Patricia Vega Jiménez, en su artículo “La guerra como espectáculo mediático”, ambos periódicos centroamericanos publicaban a diario un promedio de 11.50 a 4.28 notas.

La prensa, que jugó un papel importante en todo el proceso, asume en enero de 1917, una actitud deliberada en función de presionar la presencia de Estados Unidos, a través de una campaña orquestada y manipulada. Los principales medios informativos centroamericanos se unieron a esa cruzada, dando un giro de 180º grados al periodismo.

Fuentes y manipulación mediática

Una de las primeras medidas que tomaron los países bélicos fue el control y centralización de las comunicaciones. Gran Bretaña tomó la iniciativa en agosto de 1914 desde el gobierno, el ejército y el Foreing Office para evitar resquicios informativos a nivel local e internacional. Este ejemplo fue seguido por Francia, con la Maison de la Pesse y Estados Unidos con su Comité de Información Pública, dirigido por el propagandista George Greel.

Las agencias internacionales de prensa ingresaron en este mismo esquema, e incluso las empresas que brindaron los soportes técnicos para la transmisión informativa, tomaron partida de este ambiente. Por ejemplo, el 3 de febrero de 1917, aun sin la certeza que los norteamericanos romperían relaciones diplomáticas con Alemania, la empresa Marconi Wireless Company telegrafió a Wilson poniendo a su disposición todas sus estaciones inalámbricas para difundir información.

Marconi sabía que el telégrafo sería clave para la circulación de datos para Los Aliados. Sin embargo, la toma de agencias fue una escalada militar bien aprovechada. Reuter y Associated Press(AP) desplegaron, según Vega Jiménez, más de 52,000 corresponsales a finales de 1917.

Estas agencias, tal como detalla Ingrid Schulze Schneider, en su artículo “Los medios de comunicación en la Gran Guerra: Todo por la Patria”, algunos de sus cables noticiosos fueron inventados, agrandados y exagerados los ataques alemanes a navíos estadounidense o de algún aliado, en cuya redacción aseveraban amenazas y provocaciones alemanes en territorio americano. Estos cambios eran realizados por “Los Aliados” que buscaban debilitar a su “enemigo” .

Fin mediático: Estados Unidos en la Gran Guerra

El 2 de abril de 1917, el presidente Wilson se dirigió al Congreso estadounidense y le declaró la guerra a Alemania. El tratamiento informativo que le dieron “El Diario Oficial” y “La Información” sobre ese hecho histórico fue distinto. El primero reprodujo una sucinta publicación el discurso y el segundo dio cobertura por dos días, destacando la decisión de Wilson y sus homólogos y después su discurso de guerra. Ambos rectificaron sus notas en sus editoriales.

La prensa internacional consiguió lo que quería. Los periódicos de El Salvador y Costa Rica celebraron la guerra al poner en manifiesto su fortaleza y la posibilidad de influir en la construcción de la opinión pública ansiosa de noticias y por ello, la venta de los ejemplares ascendieron como nunca.

De alguna manera, el conflicto sacó a flote la debilidad informativa y propagandística de los medios, factores contradictoras para hacer periodismo.

Los países beligerantes suprimieron la libertad de prensa y controlaron toda la información, dejando en duda su credibilidad.