Wilfredo O. teme que la infección que le detectaron en el pie izquierdo avance y su salud empeore por la falta de medicamentos.
Él está ingresado en el hospital nacional Rosales desde el 27 de junio por una fractura que sufrió cuando jugaba fútbol.
En el Rosales lo operaron, tras varios exámenes le encontraron una infección que no ha podido ser tratada porque el antibiótico recetado está agotado, igual que el fármacos para el dolor.
Sentado en la camilla del Servicio de Ortopedia, Wilfredo comentó que el personal le dice que no hay tramadol, una analgésico, ni tampoco vancomicina, un antibiótico.
“Llevo 11 días esperando el medicamento, la atención es buena, pero de las medicinas que necesito no hay”, manifestó el afectado.
El paciente expuso que está ingresado, pero no tiene tratamiento para la infección, el médico le ha dicho que la vancomicina es el antibiótico indicado para combatir lo que tiene.
“Han estado preguntando y preguntando en la farmacia y no ha salido nada, que no hay dicen; el riesgo es que agarre la infección en el hueso y me quiten el pie”, dijo Wilfredo.
El joven aseguró que su familia no puede comprar la medicina por su cuenta porque son de escasos recursos, sus padres se ganan la vida vendiendo verduras.
“Somos de escasos recursos, si tuviéramos pistos en un hospital privado estuviera”, añadió.
En el mismo servicio, Jaime Escobar, quien sufrió un accidente de tránsito a finales de mayo, manifestó que la atención brindada ha sido buena, pero él ha tenido que comprar tramadol.
Escobar, incluso, expresó que por tres días no le suministraron el fármaco y así le tuvieron que limpiar las quemaduras y heridas en su pierna.
“Tres días no me pusieron medicamento porque no había, a mí me lo ponen como para adormecerme por el dolor; así no más me curaron y ahí si fue terrible”, ahondó Escobar.
Debido a la escasez su familia optó por comprar el analgésico, así lleva ya varios días.