Un padre y su hijo se encontraban de visita en el Zoológicon de Cascavel, en Brasil, cuando sucedió algo inesperado.
El padre irrespetó el letrero de “no pasar” de la barrera de los visitantes y la malla de seguridad de los felinos, y ayudó a cruzar a su hijo de 11 años.
Cuando el niño estaba tratando de darle de comer al felino, este le arrancó la mano de una mordida.
El niño comenzó a gritar y los paramédicos del zoológico lo ayudaron.
Unos minutos después llegó una ambulancia para socorrer al menor.
Medios brasileños informaron sobre la noticia. (Imágenes fuertes)